Un momento puede ser suficiente para decidir sobre las aspiraciones y deseos de años. Sobre las 14:15 horas está prevista la votación en la que Málaga sabrá si es la ciudad elegida para acoger la Expo 2027. En este instante también se cerrará el circulo de un camino que se empezó a andar el pasado enero de 2022, cuando el Gobierno central presentó de manera oficial la candidatura ante el Bureau International des Expositions (BIE), y que tiene su origen mucho antes, cuando el actual alcalde, Francisco de la Torre, apostó por este proyecto para llevar a la capital de la Costa del Sol a otro nivel. La idea se formalizó, por primera vez, en la campaña para las elecciones municipales de 2019. La delegación que defenderá la candidatura malagueña se nutre del Gobierno central, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Málaga y Diputación. Estará encabezada, en consecuencia, por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Diputación, Francisco Salado. La delegada del Gobierno de la Juna en Málaga, Patricia Navarro, y el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Daniel Pérez, entre otros, también estarán en París.
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Aclarado los formalismos, ¿qué se espera de la votación y cómo se procede? De entrada, se aclarará cuál de las cinco ciudades sale airosa. Málaga compite con Bloomington (Estados Unidos), Phuket (Tailandia), Belgrado (Serbia) y San Carlos de Bariloche (Argentina). El marco es la 172 asamblea general del BIE, que tiene su sede en París. La jornada empieza a las 9.00 horas. Antes de la votación de los delegados de 179 países, las diferentes candidaturas tendrán que defender su proyecto en público. Será la tercera vez que De la Torre tome palabra para glosar sobre la propuesta malagueña, embridada bajo el titulo 'La era urbana: hacia la ciudad sostenible'. En esta última ronda de defensas, Málaga será la primera en abrir el fuego y se estima que sea sobre las 9:30 horas.
Una vez pasado este trámite, llegan las esperadas votaciones. El sistema es sencillo, se detalla en la página web del BIE y se resume así: cada país miembro, una papeleta. El sistema de votación es electrónico y secreto. En una primera ronda, la ciudad que alcance una mayoría de dos tercios es el elegido para acoger la Expo. Si ninguna candidata obtiene esta mayoría, se va eliminado en cada ronda a la ciudad menos votada. Si al final quedan dos, gana la candidata que obtenga una mayoría simple.
Apostar por un resultado sería mera especulación. Las sensaciones, aseguran varias fuentes consultadas, «son buenas». No obstante, la diplomacia juega a veces con cartas trucadas. Las mismas fuentes admiten que quien te garantiza el voto en persona, puede acabar decantándose por otra ciudad a la hora de pulsar el botón definitivo.
¿Hay razones para ser optimistas? En el Ayuntamiento creen que sí. Se confía en que la temática que se ofrece es la más potente de las cinco candidaturas. La sostenibilidad es una cuestión que está en boca de todos. De la Torre ha repetido en varias ocasiones que la Expo 2027 en Málaga sería una oportunidad única para perfilar el futuro de las entornos urbanos. Una necesidad universal si se tienen en cuenta los problemas y los retos que vienen aparejados al propio desarrollo en sociedades cada vez más globalizadas. En el plano personal, sería el broche de oro para la carrera política de De la Torre.
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El comité de expertos visitó en varias ocasiones a Málaga. De las deliberaciones surgidas entonces, poco o nada ha trascendido. En todo momento, se ha intentado escenificar unidad entre las diferentes administraciones. La polarización política a la que acostumbra el país, eso lo saben los dirigentes, es veneno fatal para este tipo de proyectos internacionales. El propio Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI ejercieron a finales de septiembre como comité de bienvenida. La candidatura de Málaga cuenta, además, con el apoyo de rostros visibles como Antonio Banderas o Rafael Nadal.
Málaga despunta desde hace tiempo. El turismo, la expansión cultural y la llegada de empresas del sector tecnológico son motivo de orgullo para la ciudad. La Expo 2027 catapultaría la proyección internacional a otra dimensión. Las previsiones hablan de cifras millonarias en todos los sentidos. Se estima que, durante los 93 días de la exposición, se podrían registrar 3,1 millones de visitantes que producirían un total de 7,5 millones de visitas, ya que se calcula una tasa de repetición de la experiencia de 2,4 veces. A eso hay que sumarle los más de 30.000 puestos de trabajo que generará la construcción del recinto, previsto en los suelos de Buenavista
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El desenlace se podrá seguir desde una pantalla gigante instalada en la calle Alcazabilla. Desde ahí se podrá seguir tanto la asamblea como la votación. La idea es convertir el centro histórico en una gran 'expofiesta'. Según se informó por parte del Ayuntamiento, también se repartirá material promocional. La delegación malagueño llegó ayer, lunes, a París a primera hora de la tarde. El champán está enfriado. Ahora solo queda tener el ansiado motivo para descorchar la botella.
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