Europa anuncia medidas urgentes por la crisis de la vivienda y promete inversiones

«Necesitamos abordar urgentemente la crisis de vivienda que enfrentan millones de familias y jóvenes», declaró ayer la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, en el discurso que pronunció antes de ser reelegida en el pleno de la Eurocámara de Estrasburgo para un nuevo mandato al frente del Ejecutivo comunitario. «El porcentaje del ingreso de los hogares gastado en vivienda ha aumentado dramáticamente. Los alquileres y los precios de la vivienda se están disparando. También existe una importante y creciente brecha de inversión en viviendas sociales y asequibles». Así se hizo eco Von der Leyen de las inquietudes que están resonando en muchas ciudades españolas, pero parece que esta «crisis» -ésta es la palabra usada por la conservadora alemana- inmobiliaria se extiende por todo el Viejo Continente.

Su declaración de intenciones, el documento que desgranó ante los recién elegidos europarlamentarios, 'Guías políticas para la próxima Comisión Europea', incluye varias promesas para atajar la cuestión: «Para ayudar a los Estados miembros a abordar estas cuestiones, nombraré un Comisario cuyas responsabilidades incluirán la vivienda y presentaré un Primer Plan Europeo de Vivienda Asequible». Por primera vez, pues, el Gobierno comunitario incluirá una cartera de vivienda y se tratarán de armonizar las políticas del ramo.

La jefa del Ejecutivo comunitario detalló que entre los planes que tiene se incluyen el desarrollo de una estrategia para la construcción de viviendas y el préstamo de asistencia técnica a las ciudades y a los Estados miembros. Pero para todo esto se necesita dinero. Y Von der Leyen es consciente de ello. Así que lo que plantea es involucrar al Banco Europeo de Inversiones en una plataforma de inversión paneuropea para viviendas asequibles y sostenibles con que se prevé atraer más inversiones públicas y privadas.

Huele a declaración de intenciones, pero tiene ingredientes de gran determinación: «Como primer paso inmediato, propondremos inyectar liquidez en el mercado permitiendo a los Estados miembros duplicar las inversiones previstas en la política de cohesión en viviendas asequibles». También se anticipa una flexibilización que le suele costar mucho a Bruselas: «Revisaremos nuestras normas sobre ayudas estatales para permitir medidas de apoyo a la vivienda, especialmente para viviendas sociales y asequibles y energéticamente eficientes». Para hacerlo posible, también se tirará del Fondo Social para el Clima.

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