Un estudio considera injustificados los nuevos límites de Aviación Civil para construir en Málaga

Este periódico ha podido tener acceso a las conclusiones de uno de los análisis realizados por Aertec, un concienzudo trabajo de estudio de todas las variables en el que se sostiene que no están justificados los nuevos límites para construir que prepara el Gobierno central. Una de las cuestiones que se señalan en este estudio es que la superficie aérea reservada para la seguridad del vuelo de los aviones, y el funcionamiento de los radares que los ayudan en sus maniobras, disminuye de nivel no porque se hayan modificado las características técnicas de estos equipos o sus propiedades radioeléctricas, sino porque Aviación Civil ha optado por tomar como punto de ubicación de estas antenas su base y no su parte superior, donde se encuentra el centro de fases de cada radar.

Este cambio de criterio, que el Ministerio de Transportes justifica en «una medición con mayor precisión de las coordenadas de las instalaciones radioeléctricas», provoca en algunos casos descensos de casi 20 metros en el campo aéreo de seguridad que necesitan estas antenas, lo que hace que suelos que hasta ahora no se veían afectados por las servidumbres y en los que se habían previsto proyectos residenciales, comerciales, empresariales y educativos que podrían ser compatibles con ellas, ahora tengan que considerarse inutilizables a efectos constructivos.

Así, Aertec considera que se puede pedir a Aviación Civil que mantenga la cota de referencia de los radares en su centro de fases superior, como hasta ahora, porque el aeropuerto ha venido funcionando correctamente de este modo. Asimismo, apunta que no están claramente definidos los criterios que justifican la actual cota de elevación del aeródromo malagueño, que podría modificarse para ganar unos cuatro metros de altura en los límites que ahora se pretenden aplicar.

Uno de los argumentos en los que Aviación Civil justifica las nuevas servidumbres es en la necesidad de garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo a raíz de la puesta en funcionamiento de la segunda pista del aeropuerto. No obstante, eso sucedió hace ya ocho años. ¿Por qué ahora se quieren aprobar esos nuevos límites? Aertec señala en su informe que la segunda pista ha funcionado desde su inauguración en 2012 cumpliendo en todo momento los niveles de seguridad exigidos por la Organización de Aviación Civil Internacional, y que, en 2011, Aena especificó cuáles tenían que ser las nuevas condiciones para procurar la seguridad de las operaciones en las dos pistas, imponiendo limitaciones en algunos sectores urbanos. Por ello, no se explica que ahora se quieran endurecer esas condiciones y provocar con ello un gran impacto en numerosos proyectos urbanísticos que pasarían a ser totalmente inviables, lo que generaría un enorme desajuste en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga que se aprobó también en 2011 con el visto bueno global de las autoridades en materia aeronáutica.