Educación

Los estudiantes de Secundaria seguirán con libros de texto que no se han adaptado a la nueva ley

La Consejería de Educación ha confirmado que este próximo curso solo se renovarán los manuales de los seis cursos de Primaria, además del material necesario para alumnos con necesidades educativas especiales y los de Secundaria que, por su deterioro, no puedan seguir en uso.

En Primaria, Secundaria, FP Básica y Educación Especial los libros son gratuitos para los alumnos, que los reciben a principio de curso en régimen de préstamo. Bachillerato o FP no están en este programa, pues se trata de enseñanzas no obligatorias. El próximo curso serán más de 914.000 alumnos y alumnas lo que estén incluidos en este programa.

Solo la renovación de los manuales de los seis cursos de Primaria tendrá para la Consejería de Desarrollo Educativo un coste de 93 millones. Hacer lo mismo con los de los cuatro cursos de Secundaria y los dos de FP Básica habría triplicado el coste de este programa.

En los curso 2015/16 y 2019/20 se renovaron los libros de todos los cursos de Primaria. En el 2020/21 los de primero y tercero de la ESO (90 millones de presupuesto) y en el 2021/22 los de segundo y cuarto (95 millones). De esta manera, la renovación de los cuatro cursos de Secundaria tuvo en su momento un coste de 185 millones de euros. En este curso 2022/23 no se ha renovado ningún manual y para el próximo 2023/24, solo los de Primaria (93 millones de coste).

Desde la Consejería se justifica esta medida en que el currículo de los diferentes niveles educativos, que se publicará previsiblemente en mayo, con sus decretos y órdenes de desarrollo correspondientes, «es en sí mismo una guía para que los profesores puedan impartir las materias en el marco de la Lomloe», y se considera que los libros «son un recurso más».

La nueva ley educativa, impulsada por la ministra Celaá, ya es de aplicación en este 2022/23 en los cursos impares y estará plenamente vigente en todos los cursos y niveles desde el próximo curso. Implica un importante cambio tanto en los contenidos como en la metodología de estudio: la estructura del currículo aprobado por el Gobierno aborda las materias desde un enfoque competencial, algo que no se producía en el anterior currículo.

Este curso tampoco ha habido libros nuevos para los cursos en los que ya se ha aplicado la Lomloe, porque los decretos para su desarrollo ni lo estaban entonces ni están aún aprobados. Se dio autorización a los centros para que elaboran su propio material, algo que sirve para este próximo curso.

Se consideran materiales curriculares de elaboración propia los diseñados por equipos de profesorado o por otros profesionales de la enseñanza, en soporte impreso, audiovisual o digital, para el desarrollo curricular completo de áreas, materias, módulos o ámbitos. Son en cambio de uso común aquellos materiales, en cualquier medio o soporte, de uso compartido por el alumnado y, en su caso, por el profesorado. Dichos materiales deberán perseguir la consecución de los objetivos pedagógicos previstos en el proyecto educativo, el proyecto curricular y la programación de ciclo o aula. En relación con estos materiales habrán de extremarse las precauciones para respetar los derechos de autoría y edición, por lo que no podrán reproducirse aquellos materiales que estén afectados por 'copyright' sin la expresa autorización de la persona propietaria de los derechos.

La gratuidad de los libros de texto es un derecho reconocido en el Estatuto de Autonomía y respaldado por la Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía. El sistema se desarrolla en régimen de préstamo. Los libros son propiedad de la administración educativa y permanecen, una vez concluido el curso académico, en el centro donde el alumno haya estado escolarizado para que puedan ser utilizados por otros compañeros en años sucesivos. Pero además del apoyo económico que supone a las familias, el objetivo de este programa es inculcar al alumnado desde el ámbito educativo y familiar la importancia de cuidar el material escolar y a ser responsable de la inversión realizada en su educación.