Primer día de colegio en Málaga: «Ya les hacía falta volver al ‘cole’, al final de verano hay ya un cierto cansancio»

Las maestras del Revello de Toro han recibido a sus alumnos con equipación deportiva. El nuevo curso, explica el director, Fran Abelaira, tiene un hilo conductor, el deporte, con las próximas Olimpiadas de París como telón de fondo. Cada clase trabajará un deporte olímpico un atleta de manera transversal y los resultados de sus investigaciones se expondrán en el centro.

727 niños y niñas, desde Infantil de 3 años a sexto de Primaria, han comenzado sus clases este lunes en el Revello de Toro, un centro de Infantil y Primaria que ha ganado una unidad, para Infantil de 5 años. La zona de El Romeral, donde se encuentra, está ganando población infantil, cuando la tendencia generalizada es la de bajada de niños a escolarizar por la bajada de natalidad sostenida en los últimos años.

En Málaga son un total de 145.088 alumnos y alumnas de segundo ciclo de Infantil, Primaria y Educación Especial los escolarizados este curso 2023/24 en alguno de los 466 centros docentes de la provincia que han abierto sus puertas este lunes sin incidencias destacables.

Comisiones Obreras denunció la falta de personal de administración y servicios en algunos centros, las ratios (número de alumnos por clase) en su máximo legal en muchos casos y la demora en el nombramiento del personal interino, «que no ha tenido tiempo de planificar el curso», aseguró el sindicato.

La entrada en este primer día de colegio ha sido escalonada y en un horario especial, más tarde del habitual. En la puerta del colegio, alegría y abrazos de los niños y niñas, algunos que se no se han visto en el verano. Alejandra, que está en sexto de Primaria, ha pasado un verano «genial», con un campamento, vacaciones en La Manga del Mar Menor y un viaje a Disneyland. Empieza el curso «algo nerviosa» porque es su último año de colegio y ya pasa al instituto, lo que le inquieta. Sofía, una alumna de 5.º curso, dice que «estaba deseando que empezara el curso», entre otras razones por ver a sus amigas.

Fran, padre de tres niñas, lleva una mañana ajetreada: Dejó a Eva, alumna de 5.º curso, y un rato más tarde lleva a Nazaret, que entra en primero de Infantil, a una hora y por una puerta diferentes. La mayor, Sara, ya pasa al instituto y dice estar «algo nerviosa» por el cambio. Fran reconoce que el verano «se hace largo» y a los niños les hace bien el colegio. También a los padres, para poder conciliar con el trabajo. Aunque en su caso, con su mujer maestra, lo tienen más fácil, al compartir el mismo calendario, pero comprende los problemas de la mayoría de las familias.

El comienzo de curso no lo ha llevado muy bien Carla, una pequeña de 2 años que lloraba al despedir a sus hermanos, Pablo, de 5.º curso, y Lucas, de 2.º. Su madre, Carolina, trataba de calmarla con un biberón. «Han pasado un verano genial, con muchas actividades, piscina, pequeñas salidas porque no hemos podido hacer un viaje. Pero bien. Ellos, deseando volver al cole», afirma.

En la puerta del Revello de Toro, Carmen, Marina y Susana, madres de alumnos, comentaban que «ya les hacía falta volver al colegio, retomar la rutina, al final hay ya un cierto descontrol y cansancio y la verdad es que ellos están muy contentos». Las madres expresan una preocupación: sus hijos están en su último año de colegio y les inquieta el tránsito hacia el instituto.

Begoña Mora es la profesora de 6.º B del colegio. Es su primer año como tutora de este grupo, aunque los conoce de haberles dado algunas asignaturas. Por esto reparte entre los niños y niñas un folio, les pide que lo doblen, pongan su nombre y lo coloquen sobre la mesa para identificarlos.

Entre los alumnos, Mario Fernández y Alejandro González no paran de hablar. Son compañeros desde Infantil, años en los que han entablado una profunda amistad. Aprovechan los primeros minutos de clase para contarse lo que han hecho en verano y hablar del nuevo curso. Marta y Carlota, de 11 y 10 años, también son muy buenas amigas, aunque se conocen desde el curso pasado. Carlota dice que tenía ganas de que comenzara el curso para volver a ver a su amiga.

Begoña Mora, la maestra del grupo, les dice a los chicos que estos primeros días de clase los van a dedicar a repasar Lengua y Matemáticas, para prepararlos para la prueba inicial de nivel que realizarán en unas semanas. Señala que es su primer año como tutora del grupo, que dice «es muy bueno». Dice que su objetivo es que «vayan lo mejor preparados al instituto» y que maestros y profesores están preparados para adaptarse a la nueva normativa, la Lomloe, plenamente implantada desde este curso.