Cuando la empresa y el talento joven hacen «match»: los nuevos TalentLab reciben sus diplomas y contratos

«Hay que dar oportunidades a quien no tiene experiencia». Así de contundente se expresa Eva Navas, de 22 años, que ha estudiado Comunicación Audiovisual y trabajará este verano para Ikea liderando un estudio de mercado y hábitos de consumo. Juan Carlos Medina, de 23 años, graduado en Diseño Industrial y estudiante ahora de Ingeniería Mecánica, va a comenzar a trabajar en una empresa constructora del grupo Sinerba: «Tengo muchas ganas de aprender. En realidad no sé muy bien a qué me enfrento, pero lo hago con mucha ilusión», comenta, con ojos chispeantes. Los mismos que los de Aizel Lizada, de 26 años, que ha estudiado Filología Inglesa y ahora cursa Márketing y Gestión Comercial, después de saber que se incorporará a Leroy Merlin: «Ayer me hicieron la entrevista y hoy me han dicho que me contrataban. Es una buena oportunidad laboral, porque además tengo perspectivas de ir subiendo puestos en la empresa». Y empezarán a trabajar en esas compañías, en muchos casos la primera experiencia laboral de sus vidas después de unos procesos que define así Ángela Gutiérrez, de 24 años y casi ingeniera industrial que se va a incorporar al área de energías renovables del grupo Sinerba: «Ha sido algo natural, muy orgánico, en ningún momento me he sentido que estuviera haciendo una entrevista de trabajo muy formal, no he sentido esa presión, además hemos estado todo el tiempo entre compañeros». Ha sido una experiencia hasta divertida esa que les ha conducido a unas prácticas o diferentes modalidades de contratos laborales.

Son cuatro ejemplos del medio centenar de flamantes participantes en TalentLab Málaga, el proyecto formativo impulsado por SUR y EIG-ESIC que busca conectar a los estudiantes con el mundo laboral. Es un puente entre la formación académica y el mercado de trabajo que además busca, como incide Juan Sánchez, director del área Corporate de EIG Education, retener el talento malagueño.

En virtud de este proyecto, a mediados del pasado mes de mayo, estos cincuenta estudiantes de últimos cursos de carrera o de diferentes programas de posgrado tuvieron la oportunidad de contar con formación teórica y práctica de la mano de profesionales de recursos humanos de once empresas punteras (Ikea, FMIT Group, Grupo MEI, Airzone, EY GDS Spain, Hidralia, Leroy Merlin, EMT, Sinerba, Torcal Formación y CaixaBank) y este jueves ha tenido lugar no sólo la ceremonia de entrega de sus diplomas por haber asistido a esas sesiones y talleres que se desarrollaron en el Palacio de Ferias entre el 15 y el 17 de mayo, sino que también se ha sabido que a 29 de ellos –Ángela, Eva, Juan Carlos, Aizel entre ellos– los ha fichado alguna de estas compañías para hacer prácticas o contratarlos.

En cualquier caso, todos ellos, ese medio centenar de jóvenes, gracias a las sesiones formativas y a la intensa convivencia que pudieron entablar con los responsables de recursos humanos de esas compañías de primera línea durante esas jornadas en el Palacio de Ferias, ya saben qué demanda el mercado laboral y cómo pueden mejorar sus posibilidades de empleabilidad. TalentLab, con cuatro ediciones ya a sus espaldas, es una oportunidad consolidada para dar el paso entre la Universidad y el primer empleo en la provincia o, como señaló Fernando Martín, director de márketing de EIG Education y director del Campus de Málaga, «es el mayor exponente de conexión entre el talento joven y la empresa en Andalucía». A su vez, Antonio González, director general de Prensa Malagueña, la empresa editora de SUR, abundó en que el proyecto encarna la voluntad del periódico de «defender el territorio» y qué mejor manera de hacerlo que favorecer que «gente formada pueda aportar al territorio».

Por su parte, Pedro García, consejero de Betancourt, la compañía responsable de hacer la selección de los participantes en el TalentLab a partir de unos primeros 340 aspirantes que luego quedaron en 80 y después en los 50 que fueron los que finalmente participaron en el programa, quiso poner de relieve precisamente ese proceso: «La evaluación que empleamos aquí es la misma que usamos para los profesionales que aspiran a una posición superior; es la misma metodología con la que identificamos competencias ligadas con la gestión de equipo, así que os lleváis haber participado en un proceso muy profesional».

Para próximas ediciones, como expresó Antonio José Guerrero, responsable de recursos humanos de Ikea Málaga: «Ya estamos pensando en duplicar empresas, duplicar participantes y elevar el porcentaje de contratados».

Para quienes ayer por la tarde recogieron el diploma en el salón de actos de la sede que EIG-ESIC tiene en el Parque Tecnológico de Málaga vestidos con atuendos tan cuidados como requería el evento pero no se llevaron un contrato laboral o unas prácticas bajo el brazo, hay también grandes esperanzas. Muchos de los portavoces de las once empresas participantes en el proyecto, cuando dieron los nombres de las personas que se incorporarán próximamente en sus equipos, insistieron en que quienes ahora se han quedado fuera pueden recibir una llamada más adelante: «Cada entrevista es una experiencia. Dad lo mejor de vosotros. Al final se recoge el fruto. Si no os llaman ahora no quiere decir que no lo hagan más adelante», expresó Lidia García Álvarez, de EY GDS Spain, por ejemplo. Y hubo llamamientos a combinar la brillantez como la constancia.

Carlos Castilla, director general de EIG Education, cerró el acto de entrega de diplomas destacando que «los malagueños y quienes viven en Málaga» son «ejemplo de desarrollo para el resto de Andalucía» y que una de las claves está en experiencias como el TalentLab que busca la retención del talento en el territorio. Y a los participantes les auguró: «Aquí veo 50 directivos y empresarios en muy pocos años. Tendrán el reto de seguir formando y liderando personas desde el propósito».

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