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Málaga, Guadalhorce y Axarquía están en situación de emergencia por escasez grave. La Costa del Sol, algo mejor pero también en alerta, en nivel de escasez severa. Si usáramos los colores de alertas, las tres primeras estarían en rojo y la segunda, en naranja. Hay que restringir el agua y evitar usos que no sean puramente urbanos. El recorte es del 10% en un contexto de seis años seguidos secos, con lluvias inferiores a la media histórica en todas las demarcaciones. Por supuesto, ni llenados de piscinas, ni lavados de coches fuera de zonas autorizadas, ni riego de jardines particulares, etc.
Son las principales conclusiones de los informes técnicos que este jueves analizará el Comité de Sequía de la Cuenca Mediterránea. Sobre la mesa, rebajar de 200 litros por habitante y día 180 en Axarquía, Málaga y Guadalhorce. Y, a falta de confirmación oficial, de 225 a 200 en la Costa del Sol, que es el volumen que se suele fijar en la zona con escasez severa. Estos caudales no se miden en los consumos individuales, por domicilio, sino que establecen una cantidad en función de la población del agua que llega a cada municipio en alta; esto es, en bruto, antes de ser potabilizada.
Ya en mayo, se cortaron las transferencias desde Málaga a la Viñuela. Fueron 4 hectómetros cúbicos en el año hidrológico que acaba de cerrarse. Y en los actuales informes se mantiene, dada la gravedad de la situación en la ciudad, con agua para apenas diez meses en los pantanos. Tampoco se dibuja ninguna propuesta de trasvase desde la Costa del Sol Occidental, a pesar de la finalización de la obra para duplicar y mejorar la bidireccionalidad del bombeo de Rojas (Churriana).
En Málaga los 3 pantanos principales de cabecera apenas superaban los 43 hm³ al inicio de octubre. En este escenario, se propone seguir usando al máximo los pozos de Aljaima y Fahala y el agua del río cuando se pueda en el el propio azud de Aljaima y seguir ampliando la capacidad de tratamiento de la desalobradora de El Atabal.
La ciudad está muy por debajo el umbral de emergencia, 71 hm3. Se bajó de él en julio. Y en este contexto, de nuevo, los riegos serán meramente testimoniales en otro duro año para el campo malagueño. En los últimos meses, apenas han podido servirse 8,97 hm³ de socorro para leñosos.
En este último año hidrológico, hay que restar 12 hm³ evaporados de los embalses del Conde, Guadalhorce y Guadalteba. Y otros 10 de rechazo de salmueras en el Atabal. En total, Málaga necesita 54 hm³ brutos para abastecer 43 netos, que fue el último consumo anual. Y este año la recomendación técnica es la de bajar el suministro total a esos 43, lo que supone un descenso considerable.
Los expertos proponen tirar también de las reservas estratégicas de los embalses defensivos de Casasola y Limonero. Pero tampoco permiten grandes alegrías, con volúmenes de llenado de 4,5 y 3,5 hm³ respectivamente.
En el último año, ya el 25% del consumo de Málaga capital vino de pozos y fluyentes (azud de Aljaima), pero estos recursos también están claramente condicionados a las lluvias, aunque sirvieron para descargar notablemente la presión sobre los embalses. Pero si estos reciben un 21% de las aportaciones de la media histórica como fue el caso, poco margen de maniobra existe.
En la Axarquía, la aportaciones han sido bajas, pero mejores que otros años. Aún así el embalse axárquico está en el 42% de la media histórica. El último ejercicio se aportaron a la población más de 8 hm³ desde el embalse y casi 3 desde el Chíllar. Otros 4 vinieron de Málaga. El embalse apenas 'tiró' agua en maniobras de seguridad y mantenimiento.
También en situación de nivel grave, la asignación es de 180 litros por habitante y día. El último año el consumo fue de 201.
Y los riegos con agua de pantano quedan reducidos a la mínima expresión. Eso sí, el informe indica que todo queda condicionado a la evolución del año hidrológico y a la revisión de las medidas en el Comité de Sequía que se celebre en enero del año que viene.
La Costa del Sol afronta el curso en mejor situación, siempre con la cautela de la limitación que supone tener un embalse del tamaño del de La Concepción, que presenta un estado algo mejor que hace 12 meses. A ello debe sumarse la puesta en marcha paulatina de la ampliación de la capacidad de la desalobradora, que alcanzará un pico de 20 hm3 anuales en diciembre. Hay 4 hm3 más embalsados en La Concepción que hace 12 meses.
Las reservas de todos los pantanos de la provincia sólo suman 96 hm3, lo que implica un 15% de su capacidad de llenado.
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