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Es un ejercicio hipotético pero exacto. Los 12.000 millones de litros que la borrasca Mónica ha dejado en los embalses es el equivalente a la que traerían 300 barcos cisterna de 40.000 metros cúbicos como los que hay previstos en caso de que ... fuera necesario. Si fueran los grandes, cuestión menos probable por falta de ellos en el mercado y tratarse de agua bruta, los de 100.000 metros cúbicos, la equivalencia serían 120 buques. Es una prueba de la dimensión de la operativa y económica de traer agua en barco y su efecto real. Cabe recordar que este plan, para el que se van a preparar los puertos de Carboneras, Málaga y Algeciras para traer agua desalada de Escombreras (Cartagena) va a tener un coste de 20 millones de euros, que pagará la Junta de Andalucía, a lo que hay que añadir el agua y la toma en origen, que financiará el Gobierno.
Los pantanos han vuelto a amanecer con una crecida apreciable. Y no es casualidad, dado que por la noche, además de bajar el consumo per se, se baja drásticamente la presión en la Costa del Sol y hay cortes en la Axarquía. De hecho, a primera hora de la mañana, la ganancia es de apenas 10.000/20.000 metros cúbicos por hora (siguiendo con la comparación hasta medio barco cisterna), coincidiendo con duchas, aseos, desayunos y arranques de actividad. En todo caso, este jueves los embalses de la provincia de Málaga han superado un umbral simbólico pero importante: los 110 hectómetros cúbicos (hace una semana estaban en algo más de 97).
Esto ha sido posible tras el paso de la borrasca Mónica, con lluvias bien repartidas, continuadas y con picos de hasta 90 litros por metro cuadrado en algunas zonas. La subida de momento es de 12,37 hectómetros y también se ha superado el escalón del 18% de capacidad.
Esta lluvia recogida sería suficiente para abastecer a una ciudad de 180.000 habitantes, pero en la provincia de Málaga, la presión demográfica media es de 1,8 millones de habitantes (prorrateando las pernoctaciones a partir de los datos oficiales del año pasado). Pero ni toda la provincia bebe agua de pantano ni todo el agua que se suministra en los lugares en los que sí tiene esa procedencia en un contexto en el que los pozos, la desalación, las restricciones de riego y las bajadas de presión y cortes marcan unas nuevas reglas del juego derivadas de la situación grave de sequía: máximo 160 litros por habitante y día.
En términos generales, cuando la semana que viene aproximadamente termine el proceso de escorrentías, la provincia le ganará entre 2 y 3 meses al reloj. El agua que almacena, en términos visuales, equivale a 220 estadios Santiago Bernabéu llenos. Parece mucho, pero está muy lejos de suponer el fin de la sequía. Faltan mucha agua y muchas actuaciones. Pero en este contexto, cada metro cúbico (1.000 litros) es vital. No digamos cada hectómetro (1.000 millones de litros).
En la Costa del Sol, La Concepción, entre Marbella e Istán, ha crecido en 3,55 hectómetros; almacena 18,86 y eso es algo menos de un tercio de su capacidad. Esté verano, la primera ampliación de la desaladora de Marbella podrá producir hasta 1 hectómetro cúbico al mes y a ello habrá que sumar el agua de pozos de Fuengirola y Estepona (podrían sumar todos en el entorno de 400 litros por segundo). Habrá que comprobar si cabe algún trasvase desde el Campo de Gibraltar, de momento descartado, aunque las lluvias han favorecido bastante a aquella comarca. Situación, en suma, muy delicada en plena temporada turística y con un coeficiente de evaporación disparado en estos meses venideros.
Los cuatro embalses del sistema Guadalhorce-Limonero suman 69 hectómetros cúbicos, cerca del umbral (71) que marca la salida de la situación de sequía grave, pero para eso no sólo hay que llegar a ese nivel sino mantenerlo un mes. Es agua para más de un año, sobre todo teniendo en cuenta que los pozos de Aljaima y Fahala van a suministrar hasta 400 litros por segundo en los próximos meses y, durante las semanas que siguen a episodios de lluvia, se puede aprovechar varios días para surtir toda o casi toda el agua que bebe la ciudad desde el azud de Aljaima (aguas abajo de la confluencia del Grande y el Guadalhorce, en Cártama). Y esas subidas alimentan a su vez al sistema de pozos.
El embalse que más ha ganado, ya camino de los 3 hectómetros, es el Conde del Guadalhorce, que en otoño estaba en mínimo histórico. El Guadalhorce suma por su parte, 2,33 hectómetros más. Y el Guadalteba, apenas ha ganado 0,74 hectómetros cúbicos esta semana.
Ya en la Axarquía, las lluvias han aliviado algo la situación dramática del embalse de La Viñuela. El uso de las bombas flotantes para apurar el fondo del pantano tendrá que esperar. Ha ganado 2,7 hectómetros cúbicos, suma 15,84 y está aún por debajo del 10% de su capacidad. Hay que tener en cuenta que la Axarquía recibe 270 litros por segundo auxiliares desde Málaga y que el abastecimiento a la comarca desde los pozos del Chíllar es prácticamente parejo al volumen extraído del embalse.
Los ríos van apagando sus niveles, pero aún bajan con volúmenes muy útiles. El Genal en Jubrique lleva 1.555 litros por segundo; el Turón en Ardales, 1.720 litros; el Guadalteba, 1.830, y el Grande en Las Millanas, 1.250 litros. Lo malo es que, a una semana vista, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no dibuja posibilidad alguna de lluvia en la provincia.
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