Los embalses de Málaga inician su caída en picado tras dos meses al alza, pero uno se resiste

Las reservas de agua superficial están en un pobre 27,77% y, además, Costa del Sol Occidental, Málaga capital y la Axarquía arrojan realidades bien distintas. Lo que es incontestable es que el año pasado por estas fechas tenían 35 hm3 más embalsados.

El mayor desahogo es para la Costa del Sol. Su pantano, La Concepción, arroja un dato más que curioso: lleva toda una semana clavado literalmente en los 43,11 hectómetros cúbicos (con variaciones sueltas de 0,01 y muy escasas). Eso significa que está equilibrada exactamente el agua con entra con la que abastece o pierde. Esta cuestión refrenda una vez más la capacidad de respuesta que tiene este embalse, muy bien diseñado porque recibe los aportes del Verde y del triple sistema de túneles y minipresas del Guadaiza, Guadalmina y Guadalmansa. Pero sus 57,54 hm3 arrojados por la última batimetría o estudio de fondo son insuficientes para dar más allá de ocho meses de respiro a una Costa con altísimas exigencias (hasta 3.500 litros por segundo) en verano.

Con todo, la 'resistencia' o 'rebelión' del embalse situado entre Marbella e Istán durará algunas horas más antes de sumarse a la tendencia general e iniciar su pérdida de volumen estival. En todo caso, su estado permite la dotación más alta de la provincia (225 litros por habitante y día a partir del próximo Comité de Sequía) y saltar dos niveles de sequía. Así, no sólo ha pasado de grave a severa, sino también a moderada. El pantano ha registrado mejores lluvias que el año pasado. En estos meses de año hidrológico, se han medido 411 litros por metro cuadrado (330 en 2023).

Este año, además, por primera vez en la historia, el embalse es el que más agua almacena en toda la provincia. Siempre había tenido por delante a La Viñuela o al Guadalteba en el mejor de los casos.

Las mejores lluvias en la Axarquía se constatan en los 310 litros por metro cuadrado recogidos en La Viñuela (176 el año pasado). El embalse está con 31,56 hm3 (15,98 en la primavera pasada) y ya baja ligeramente con respecto a hace una semana. Con todo, la comarca oriental afronta el verano con mucha mayor garantía que el pasado pero no asoma fuera del nivel grave.

Sí lo hace Málaga capital, debido a la mejora de los embalses del sistema Guadalhorce-Limonero. La ciudad sale del nivel grave y pasa a situación de severidad. No obstante, se da por hecho que, de no comparecer nuevas lluvias, algo improbable ya a estas alturas y viendo las previsiones, en octubre la ciudad volverá al nivel rojo. Todos los pantanos pierden agua con respecto a la semana pasada y, sólo el Conde de Guadalhorce, que había tocado fondo histórico en otoño, está ahora más recuperado.

Así, Guadalteba almacenaba a las seis de la tarde del lunes 37,61 hm3 (la semana pasada superaba los 38 y en 2023 almacenaba casi el doble de agua). Ha recogido 220 litros por metro cuadrado de lluvia en este año hidrológico, 82 más que el año pasado.

La misma medición pluviométrica (están comunicados) tiene el Guadalhorce, que almacenaba apenas 23,21 hm3 (0,4 menos que la semana pasada y, de nuevo, prácticamente la mitad que el año pasado).

El citado Conde de Guadalhorce atesora 23,45 hectómetros cúbicos (0,06 menos que hace siete días pero 6 más que el año pasado). Las precipitaciones medidas en el embalse más antiguo para suministro de Málaga (1923) son 149,80 litros por metro cuadrado, discretamente mejores que hace un año.

La suma de los tres embalses de cabecera ronda los 85 hm3 (130 hace un año), cuando el límite de zona roja es 71,4. En este punto, cabe reseñar que Casasola (6,24 hm3) y El Limonero (4,61) son consideradas reservas estratégicas. Apenas se utilizan para suministrar agua a la ciudad, pues son básicamente de laminación de avenidas. El año pasado ambos superaban los 7 hm3.