Los niveles de sequía tienen tres umbrales: moderada, severa y grave. Toda la provincia está en este último, el más preocupante. No son catalogaciones caprichosas. Se tasan y estipulan en el Plan de Sequía, de 2021. En estos días, los embalses que abastecen a Málaga ... capital, han superado los 71,4 hectómetros cúbicos que diferencian la línea roja de la naranja. Se asoman a una coyuntura mejor, pero hay que ser prudentes. Málaga capital puede casi triplicar su consumo en Semana Santa en la que, por otra parte, las previsiones avanzan varios días de lluvias. Además este umbral al alza hay que mantenerlo un mes para salir oficialmente del nivel, cuestión que además deberá confirmar o no el Comité de Sequía previsto para abril.
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La Junta quiere reevaluar todo el marco restrictivo una vez que cuente con más datos de agua embalsada y lluvias, dado que el paso de la borrasca Mónica, que ocurrió el fin de semana del 9 y 10 de marzo, ha tenido un efecto providencial en los pantanos porque llovió de forma repartida y en lugares clave, como cabeceras y zonas de acuíferos.
El parte de primera hora de este sábado marcaba una ganancia neta camino de los 16 hectómetros en todos los embalses de la provincia. Pero sólo Málaga capital está cerca de saltar a una fase más halagüeña. Entre todos, atesoran más de 113 hectómetros y están al 18,5% de su capacidad, muy lejos de cualquier situación global tranquila.
¿Qué embalses computan? El PES considera la suma de Guadalhorce, Guadalteba, Conde de Guadalhorce y Casasola, aunque en este último caso es una presa defensiva y apenas sí se usa para abastecimiento (0,3 hectómetros por ejemplo entre octubre y febrero). Los cuatro sumaban en la antesala del Domingo de Ramos 72,5 hectómetros cúbicos. Es agua para más de un año en condiciones normales, pero hay que tener en cuenta que Málaga aporta de manera solidaria 270 litros por segundo a la Axarquía. Esto es más o menos la quinta parte de lo que la ciudad tiene circulando por la red de tuberías.
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Guadalteba supera los 32 hectómetros cúbicos. Ha ganado 1 con las últimas lluvias; Conde, que marcó un mínimo de 11 hace algunos meses, ahora supera los 16 (gana 3 con las últimas lluvias); Guadalhorce rebasa los 18 (suma 3), y Casasola, casi 6 (apenas ha ganado). El Limonero no cuenta y apenas suministra 0,9 hectómetros al año. Está, en todo caso, por debajo de los 5 hectómetros.
¿Y cuál es la hoja de ruta de la ciudad? La batalla se libra en varios frentes. En primer lugar, a finales de abril, Emasa, la empresa pública de aguas, quiere tener bajada la presión en toda la ciudad a través de válvulas y telemandos. Todo ello se suma al riego y baldeo públicos con aguas del freático, campañas, control de fugas y de grandes consumidores, cierre de duchas, fuentes para beber y lavapiés...
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En cuanto a obras, el mes que viene estarán operativos nuevos pozos en Aljaima y Fahala con los que esperan surtir hasta 400 litros por segundo. En esta zona, donde el Grande acaba de desembocar en el Guadalhorce, está el azud que sirve para aprovechar el agua que fluye por el río en tiempo real. Durante la borrasca y días posteriores llegó a representar los 1.500 litros por segundo que consume la ciudad. Luego fue bajando y ahora es casi anecdótico a la espera de nuevas lluvias. Todo este sistema pozos-río es de gran ayuda para la ciudad para ahorrar agua de pantano.
En otoño, se esperan poner en carga 18 pozos del Bajo Guadalhorce (San Isidro, Amoníaco...) Podrían aportar, a faltad de los estudios que se están completando, 25 hectómetros al año. Su calidad es baja y están salinizados probablemente, pero para eso está la desalobradora de El Atabal, que será conectada con una tubería con estos sondeos, una obra de emergencia que financiará la Junta de Andalucía.
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También en abril, la Junta tendrá que tomar la decisión de si trae o no agua en barcos a los puertos de Málaga, Algeciras y Carboneras desde la desaladora de Escombreras (Cartagena), cuestión que cada vez parece alejarse más aunque persisten los contactos con el Gobierno, las empresas de agua y las navieras.
¿Y qué hay del resto de la provincia? La Concepción, que surte a la Costa del Sol, ha llegado este Viernes de Dolores a rebasar los 20 hectómetros cúbicos. Ha ganado 5 con la borrasca Mónica y 7 si se tienen en cuenta fechas anteriores. La zona seguirá de momento con las bajadas drásticas de presión por las noches (salvo los sábados) y contará este verano con 1 hectómetro mensual producto de la primera actualización de la desaladora de Marbella y fuentes adicionales complementarias en los pozos de Guadalmansa y Fuengirola. Con todo, está muy lejos de salir del nivel de sequía grave, fijado en 28,7 hectómetros en marzo y 31,4 en abril.
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En la Axarquía, por su parte, lo mismo. La Viñuela alcanzaba este sábado los 16,38, con lo que ha ganado 3 con la borrasca. Las bombas flotantes para aprovechar los últimos recursos se harán esperar. Pero el pantano está muy lejos de los 41,5 que marca la salida del nivel grave. Seguirá recibiendo agua de Málaga y basando gran parte de su consumo en los pozos del Chíllar.
Con todo, la inestabilidad de una Semana Santa en la que se esperan lluvias a partir de este Domingo de Ramos por la tarde y al menos hasta el Jueves Santo terminará de conformar el marco de las reservas provinciales. Las DANA no suelen generar lluvias repartidas y pueden ser muy desiguales. Es muy importante, además del cuánto llueva, dónde lo haga.
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