El embalse de Casasola llega a su límite y empieza a expulsar agua por el aliviadero superior

La Junta llevaba días realizando obras de emergencia en la presa de Casasola con el objetivo de desatorar los conductos del desagüe de fondo de la presa, ya que las cañas y el lodo habían taponado la reja de entrada a estas conducciones. No obstante, el desembalse se ha activado por el aliviadero superior establecido para reducir el nivel del agua almacenada, de forma que no constituya una amenaza para la población cercana.

El agua almacenada en Casasola es agua muy valiosa porque estos días, dada la turbidez del sistema Guadalhorce, del azud de Aljaima y de sus pozos asociados, Emasa está tirando del pantano de Almogía, junto a la minipresa del Tomillar, para dar agua a la ciudad.

Sin embargo, este ya es el cuarto pantano de la provincia que suelta agua a raíz de las intensas lluvias de los últimos días. Así, esta misma operación de expulsión del líquido elemento ya se ha producido en La Concepción, el Conde del Guadalhorce y la presa de La Encantada, que gestiona Endesa. Así, en sólo una semana, se han superado los 22 hectómetros cúbicos desembalsados. Es el consumo de la Axarquía durante todo un año o, dicho de otro modo, el de la provincia entera durante dos meses promedio.

Se trata de agua que, lamentablemente, no se puede almacenar en ningún otro sitio ni trasvasar (ni potabilizada ni en bruto). Descartado en su día el recrecimiento de La Concepción, incluido en el Plan Hidrológico, queda esperar a que un día se acometa el embalse de Gibralmedina, entre Cádiz y Málaga. Como publicaba SUR esta semana, costaría 780 millones de euros, la mitad para traer hasta 15 hm3 de agua potabilizada a la Costa del Sol al año. Es una obra a larguísimo plazo, por lo tanto.

A medio plazo está en fase de concurso el proyecto y la obra de la duplicación de la potabilizadora del Verde. La Junta abandonó la actuación en 2009 y ahora es el equipo actual el que la impulsa por 35 millones de euros. Permitirá conectar en dos direcciones con Málaga a través del bombeo de Rojas (Churriana), con una capacidad de 500 litros por segundo.

Así pues, una vez más, la dejadez inversora durante décadas en el Gobierno central y en la Junta de Andalucía conduce a estas situaciones. Y eso que el actual Ejecutivo autonómico ha movilizado más de 400 millones de euros en obras hidráulicas en la provincia y, ahí están las hemerotecas y los boletines, al fin se ha tomado en serio el asunto con los planes de sequía y la recuperación del canon autonómico vía recibo del agua.