Emasa asumirá la gestión de la depuradora metropolitana de Málaga

El acuerdo se ha materializado en una reunión celebrada en la Delegación del Gobierno andaluz en la que han participado los alcaldes de Málaga, Francisco de la Torre; Cártama, Jorge Gallardo; Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova; y la alcaldesa de Alhaurín el Grande, Toñi Ledesma, mientras por parte autonómica han asistido la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, y el delegado territorial de Agricultura y Desarrollo Sostenible, Fernando Fernández Tapia.

Durante este encuentro, se ha decidido empezar a trabajar en la fórmula que permita la integración de los municipios en los órganos de gestión de Emasa para que asuma la gestión de la depuradora y adquirir de esta forma un perfil más metropolitano. Pero además de avanzar en materia de depuración, a petición del alcalde de Cártama para que se gestione también el abastecimiento en alta del agua en esas localidades, De la Torre se ha mostrado dispuesto a que Emasa amplíe aún más su capacidad y prestación de servicios a otras localidades, como ya hace con Torremolinos y Alhaurín de la Torre.

Ampliar

Bautizada como Málaga Norte, la planta será levantada en suelo de la capital (al norte del aeropuerto) y tendrá capacidad para tratar 70.000 metros cúbicos diarios (el equivalente al caudal que genera una población de 280.000 habitantes). Además, incorporará el sistema terciario para posibilitar la reutilización del caudal reciclado para el riego de zonas verdes o cultivos. Lo que no tendrá línea para el tratamiento de fangos, ya que finalmente se ha optado por que sean transportados hasta la depuradora del polígono Guadalhorce, lo que llevará aparejada la ejecución de mejoras en la desodorización de la planta.

La construcción de este equipamiento está en fase de contratación con un presupuesto de licitación de 131,58 millones de euros financiados por la Junta a través del canon de depuración: 1,3 millones para la redacción del proyecto de ejecución y 130,2 para las obras, que incluyen la edificación de la depuradora y la creación de las canalizaciones pendientes para agrupar los vertidos. El plazo estimado para la redacción del proyecto es de 6 meses, mientras que los trabajos sobre el terreno hasta su puesta en servicio es de tres años. Teniendo en cuenta los tiempos administrativos, la previsión es que la infraestructura no será una realidad hasta la segunda mitad de 2024.