Efectos e incógnitas tras la resaca electoral

Alberto Garzón, que encabezó la lista de Unidas Podemos por la provincia al Congreso, está en todas las quinielas que estos días pululan por los corrillos periodísticos y los cenáculos políticos para ocupar un alto cargo en un hipotético Ejecutivo de izquierdas. Algunos apuntan a que podría estar al frente de un ministerio relacionado con su profesión –es economista– o un alto cargo en la estructura del gabinete. Lo que nadie duda es de que como coordinador federal de IU tendrá un peso destacado en ese futuro Gobierno.

Un Garzón que en los próximos días presentará su nuevo libro '¿Quién vota a la derecha? De qué forma el PP, Ciudadanos y Vox seducen a las clases medias'. Una obra en la que, como él mismo explica, analiza las condiciones económicas, políticas y culturales que han facilitado «la irrupción de la extrema derecha en España».

Respecto a Vox, obtuvo un gran resultado al convertirse en la tercera fuerza política de la provincia y lograr dos diputados: Patricia Rueda y Rubén Manso –el 'ministro' de Economía de la formación ultraconservadora–. Málaga fue una de las once provincias españolas donde el partido consiguió más de un representante. Un ranking que encabeza Madrid con 7, le siguen Alicante, Valencia y Murcia, con tres cada uno, y tras ello se sitúan, con dos, Almería, Barcelona, Cádiz, Islas Baleares, Málaga, Sevilla y Toledo.

El resultado ha tenido, además, un efecto inmediato y es que en apenas cinco días un centenar de nuevos afiliados se han dado de alta en Vox en la provincia –unos veinte al día– y el partido espera que siga creciendo, según fuentes consultadas. Asimismo y en clave orgánica, la obtención de dos diputados así como el éxito del mitin celebrado en precampaña en la capital, con la asistencia de más de 5.000 personas, refuerza políticamente al presidente provincial de Vox, José Enrique Lara Peláez, que estaba amenazado por una moción de censura planteada antes de las elecciones por el sector crítico liderado por Martín Ortega. Ante el nuevo escenario surge la duda de si esa moción seguirá adelante, lo que supondría abrir en canal a la formación, o se paralizará sine die.

La resaca electoral deja en el escenario algunas incógnitas que se despejarán en las próximas semanas. En lo que respecta al PSOE una de las dudas es qué papel político jugará Ignacio López. Quien encabezara la candidatura socialista al Congreso por la provincia es un destacado sanchista –forma parte de la dirección federal del partido– y ya ocupó un alto cargo durante varios meses: director de Salvamento Marítimo. Un precedente que deja abierta la puerta a que el malagueño pueda ocupar algún puesto en ese futuro Gobierno de coalición de izquierdas.

En el caso del PP, el interrogante es qué papel va a jugar Pablo Montesinos, diputado electo por Málaga tras encabezar la candidatura. Montesinos es un fichaje político del líder nacional de los populares, Pablo Casado, y forma parte de su núcleo duro en la dirección nacional como vicesecretario de Comunicación y portavoz del partido. En el nuevo escenario, el joven malagueño puede estar llamado a ocupar un puesto en el grupo parlamentario popular o reforzar su papel a nivel orgánico.

Quien se ha quedado sin escaño en el Congreso es Eva García Sempere, quien en las elecciones generales del pasado 28 de abril logró el puesto por algo menos de 2.000 votos arrebatándoselo a Vox. La ausencia de García Sempere en la nueva legislatura ha sido lamentada no sólo desde las filas de su coalición, Unidas Podemos, sino también por el resto de formaciones que destacan la valía política de la hasta ahora diputada.