El 'efecto Pablo Ráez' mantiene un alto número de donantes dos años después de su muerte

Cuando se cumplen dos años de la muerte de Pablo Ráez, su legado sigue aún muy presente. La cifra mantiene su tendencia ascendente y ya son 419.732 los donantes disponibles en España (106.799 en Andalucía) en 2019. Por no hablar de que el Regional de Málaga fue el hospital que más trasplantes de médula ósea realizó en España en 2018, al llegar a la cifra de 146, además de contar con unos resultados muy buenos en cuanto al aumento y a la mejora de la calidad de vida de los pacientes con enfermedades hematológicas. En la última década la cifra de trasplantes de médula ha aumentado en un 170 por ciento en Málaga.

«Lo positivo de la campaña de Pablo Ráez fue que no se centró en una persona, sino que él movilizó a la gente para que se hiciera donante de médula independientemente de quien fuera a ser el receptor», apunta Francisco de Paula Sanchez Gordo, director del laboratorio de tipaje HLA en el Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS). Lo que Pablo Ráez logró fue concienciar sobre la importancia de inscribirse en el registro de voluntarios creado por la Fundación Internacional Josep Carreras, con el que colabora el Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Málaga, ya que a mayor múmero de inscritos más posibilidades de encontrar personas compatibles y más posibilidades de salvar vidas. No se alcanzó el objetivo del millón de donantes que se marcó Pablo Ráez, pero la cifra no deja de crecer año tras año.

Si en 2016, en plena campaña del marbellí se llegó a los 11.201 nuevos donantes de médula osea en la provincia de Málaga, en 2017, se alcanzaron los 2.656, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que el objetivo fijado para Málaga era alcanzar la 861 donaciones; bajó ligeramente en 2018 hasta los 1.113 nuevos donantes y se elevó de nuevo hasta los 1.500 aproximadamente en 2019.

El requisito para ser donante es tener entre 18 y 40 años, estar sano y someterse a una analítica de sangre. Existen dos sistemas para extraer la médula ósea. El primero consiste pincharle al donante en la cadera y extraerle la médula. El proceso se realiza en un quirófano estéril. El alta se da al día siguiente. El segundo se lleva a cabo a través de la sangre periférica. Para ello se le aplica al donante un tratamiento para estimular la producción de la médula ósea. Mediante un método llamado aféresis se obtienen las células producidas. La extracción se suele realizar al día siguiente de dar el tratamiento. El donante se va su casa al acabar la aféresis.