España ha obtenido los peores resultados de la historia en el informe Pisa. suR
REPASO SEMANAL

La educación necesita un cambio radical

Javier Recio

Málaga

Domingo, 10 de diciembre 2023, 01:00

Tiene que ser frustrante para la comunidad educativa que España haya obtenido los peores resultados de la historia en el informe Pisa. Los alumnos flaquean cada vez más en materias como Matemáticas, Ciencias y Comprensión Lectora. O sea, en lo básico. Seguramente se haya avanzado ... mucho en materias de índole social, como la conciencia medioambiental, la diversidad o la celebración de los 'día de', como el de la paz, que está muy bien, pero eso no es lo fundamental que debe regir la vida en los colegios. No hay que ser un lince para tener claro que los estudiantes españoles, por el mero hecho de su nacionalidad, no son menos inteligentes que los del resto de los países de la OCDE que se someten a las pruebas de evaluación. En Andalucía el problema se agrava, porque estamos a la cola de los resultados en España. El problema, por tanto, es de política educativa. Las sucesivas leyes que se elaboran dependiendo del Gobierno que esté en el poder no han ayudado a mejorar la calidad de la enseñanza. No parece que ayude tampoco el hecho de que se haya consagrado la ley del mínimo esfuerzo, ya que los estudiantes pueden pasar de curso sin límites de suspensos e incluso pueden obtener el título de Bachillerato sin haber aprobado todas las asignaturas. Otro de los problemas detectados en los colegios e institutos es la falta de disciplina de los alumnos, que cada vez faltan más el respeto a sus profesores, sin olvidarnos del papel que desempeñan los padres. Se ha pasado del terror que producía en un alumno en la época de la añorada EGB que sus padres fueran avisados desde el colegio de alguna falta o mal comportamiento de sus hijos al terror que sufren ahora los docentes cuando los padres vienen a pedirles explicaciones por determinados comportamientos con los alumnos. Es el mundo al revés. Siempre se suele poner como excusa la falta de medios que hay en los colegios españoles, en donde se pone el acento en la ratio de profesores/alumnos. No parece que ésta sea la verdadera razón, porque es difícil pensar que en los países asiáticos haya menos alumnos en clase que en los españoles. En cualquier caso, no parece que eso sea lo fundamental, porque antes en los colegios era normal encontrarse con clases de cuarenta alumnos y, sinceramente, no parece que los estudiantes de aquella época salieran menos preparados que los actuales, que tienen unas lagunas en cuestiones de cultura general realmente alarmantes. Es cierto que sí se ha mejorado en algunas cuestiones, como por ejemplo en el bilingüismo, pues los estudiantes terminan la educación obligatoria con mejor nivel de inglés, aunque hay docentes que no son partidarios de dar asignaturas en este idioma, porque dificulta la comprensión de los alumnos, debido a que la lengua materna siempre ofrece más facilidad para la adquisición de los conocimientos.

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El problema es que aquí se siguen dando vueltas sobre lo mismo y los resultados no acaban de llegar, sino más bien todo lo contrario. Quizá sea el momento de hacer un cambio radical en la enseñanza. Parece lógico fijarse en las políticas educativas de los mejores y hay que aplicar medidas que impliquen directamente la responsabilidad de cada centro educativo. Hay que romper el tabú de la falta de transparencia en los colegios. Los padres deberían tener el derecho de saber cuáles son los resultados de cada centro. Saber, lógicamente sin publicar los nombres de los alumnos, cuántos suspenden, cuántos repiten, cuál es la nota media en relación con el resto de colegios, saber qué notas sacan en la EBAU, la antigua Selectividad. En definitiva habría que incluir criterios de competencia, como la vida misma, para que los padres pudieran elegir libremente a qué colegio llevan a sus hijos. No debe perderse de vista que estamos en una economía de mercado, donde los chavales cuando salen a trabajar tienen que aprender de sopetón que tienen que esforzarse más para lograr sobrevivir, que nadie mirará ya para otro lado para seguir avanzando en su vida...

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