Educación mejora las condiciones laborales de las monitoras escolares

Los monitores escolares realizan tareas de apoyo en los centros y para los equipos directivos, entre otras apoyo administrativo en la secretaría, atención a la biblioteca, transporte escolar, atención a los padres, tanto personal como telefónica, colaboración en actividades extraescolares y deportivas o vigilancia de comedor.

Mejorar sus condiciones laborales es una larga reivindicación de las propias trabajadoras y de las organizaciones sindicales, que en los últimos años han ido consiguiendo contratos a tiempo completo para algunas de las monitoras.

Este miércoles, la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, y los representantes de los sindicatos CCOO, UGT, USTEA y CSIF han firmado un acuerdo que permitirá que otros 200 monitores y monitoras aumenten las horas semanales de trabajo de su jornada laboral en los colegios públicos andaluces, hasta alcanzar la jornada completa de 35 horas. Desde 2019, el Gobierno andaluz y los agentes sociales vienen firmando distintos acuerdos para acabar con la precariedad laboral en la que se encontraba este colectivo, integrado fundamentalmente por mujeres, con una inversión que supera los 6 millones de euros anuales.

Así, la consejera ha asegurado que este acuerdo alcanzado con los representantes sindicales, que cuenta con una inversión de 2,8 millones contemplada en los presupuestos de 2023, sigue dando respuesta a una reivindicación histórica de estos trabajadores y trabajadoras que realizan tareas de apoyo en los centros docentes públicos y que contribuyen, «sin lugar a dudas» a la mejora de la calidad del sistema educativo.

Del Pozo ha subrayado que con esta medida el 76 por ciento de estos profesionales tendrán este año jornada completa de 35 horas, es decir 1.254 monitores del total de la plantilla. «Desde el Gobierno andaluz continuamos dando pasos con el objetivo principal de acabar con la situación de precariedad e inseguridad en la que se encontraban estos trabajadores que son «imprescindibles en los colegios».