Los viceportavoces popular, Mario Cortes, y socialista, Sergio BrenesÑITO SALAS
Los ediles que pintan y los que no van a pintar, dos caras de la misma moneda
La Casona del Parque ·
Brenes, Cortés y Espinosa se instalan en el perfil bajo porque no seguirán tras el 26 de mayo, y Conde, Pomares, Zorrilla y Torralbo mantienen la tensión
En los estertores de este mandato municipal un halo de melancolía adelantada y otro de 'speed máxima potencia' se respiran en el aire. No siempre a la misma vez, ni a partes iguales, pero se trata de los que se van y lo saben, y se despiden poco a poco con cuentagotas;y los que a buen seguro que se quedarán y muestran toda su artillería política para seguir mereciendo el puesto, sobre todos aquellos que todavía miran de reojo cuál va a ser su lugar en la lista.
Entre los primeros, los que se van para no volver después del 26 de mayo, el concejal socialista Sergio Brenes, que renunció estar en el puesto número 11 de la lista;o Lorena Doña, con el 12, pese a que ahora sólo tienen nueve, lo que sería un gran salto;y el edil no adscrito Juanjo Espinosa, que tuvo que apearse de la confluencia Podemos e IU por su causa abierta con gastos presuntamente no justificados de su paso por Málaga Ahora. Isabel Jiménez, de Málaga Ahora, también se quedará presuntamente fuera por estar en un puesto muy retrasado en la lista; y el que seguro que se marcha es el edil de Seguridad, Mario Cortés, el número tres del PP al Congreso de los Diputados.
De éstos, los que intervinieron ayer en el pleno estuvieron a medio gas, hasta Brenes dejó su dialéctica incendiaria en contra del alcalde Francisco de la Torre para bajar el pistón. Ayer el edil no consiguió enfadarle, y eso que es una de sus grandes y reconocidas habilidades. El 'poli malo' socialista perdía fuelle al igual que el viceportavoz popular Mario Cortés, que por no hacerse notar ni siquiera tomó la palabra. Sí que actuó cuando le llamó la atención a la Policía Local para que desalojase a la sempiterna Maite Aguilar, una clásica del pleno, con los «polvos» que no la dejan vivir.
Espinosa estuvo también de perfil bajo, con un tono agradable y conciliador. E Isabel Jiménez, en su línea habitual, pasó desapercibida.
En el otro lado estaban los que están haciendo méritos, los que se ven más allá de las elecciones, que no perdieron la oportunidad para seguir sacando pecho y haciéndose notar. En el puesto número uno, destacado, estuvo Carlos Conde, que aunque sus inicios como portavoz fueron flojos, ha ido in crescendo en esta última etapa y ayer no llegó al papel de 'poli malo', pero sí que defendió a capa y espada a los suyos. Muchas de las veces con argumentos, y gran facilidad de palabra, que demuestra que ha mejorado su oratoria. Sólo le falló la frase en la que le pedía a los concejales «quitarse de en medio cuando las personas están indignadas» en la que hacía referencia al pleno extraordinario sobre Villas del Arenal, del que la oposición se quejaba de los momentos de tensión tan duros que vivieron, que fueron increpados por vecinos, y algunos concejales incluso salieron escoltados. Ese comentario pudiera haberlo hecho en petit comité, pero en el pleno realmente estuvo de más.
En su tónica habitual, y en ocasiones cañero, el portavoz de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, con la fuerza que le da saberse cabeza de lista.El portavoz socialista y candidato también a la Alcaldía, Dani Pérez, mantuvo su habitual oposición incisiva, pero flaqueó cuando el equipo de gobierno del PP consiguió censurarle de rondón, pero lo hizo, en la moción en la que pedían que se censurase a todos los delegados de salud de los ejecutivos anteriores de la Junta de Andalucía (Pérez lo fue de 2012 a 2015) en relación a las listas de espera que no se ajustaban a la realidad, por lo que Conde le dijo que podrían pedirle «incluso una reprobación o una comisión de investigación». La portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, pese a haber quedado segunda tras Rosa Galindo, siguió con su habitual ímpetu, y también estuvo especialmente duro el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, que después de la defensa cerrada que hace de él De la Torre para defenderlo en el caso de Villas del Arenal junto a Teresa Porras, ayer mostraba su vena más guerrillera.
Llegadas y despedidas
En esta tónica interminable de idas y llegadas se despedía el exedil de Ciudadanos, Gonzalo Sichar, que hacía un discurso para defender la libertad de voto frente a la disciplina de partido porque precisamente él ha votado algunas veces por su cuenta o se ha salido del pleno para no hacerlo. El exedil naranja recibía abrazos y besos de todos los ediles, menos de los de su partido. Además, añadió, sin decirlo, que no se va a Vox, como se empeñan por las redes los naranjas.
Tomaba ayer posesión el nuevo edil socialista Jorge Quero en lugar de Francisco Conejo, que está en el Parlamento andaluz. El trabajador de la EMT y miembro del consejo de administración por UGT, que prometía el cargo, hacía la broma de que iba a ser 'el breve', pero añadía que amenazaba con volver (es el noveno en la lista socialista) tras las municipales. Fue especialmente cariñoso con su mujer y su hijo, y por último le hizo la siguiente broma al alcalde, quien la aceptó de buena lid: «Alcalde, si quiere afiliarse a la UGT y que le preparemos la jubilación, no lo dude, se la preparamos». «Bueno –dijo el regidor– el sentido del humor ha impregnado la sala».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.