Dos jóvenes malagueños crean una empresa de cubiertos comestibles: del usar y tirar al usar e ingerir

¿Cubiertos? Ya eran una herramienta importante para los romanes. Ahora, en 2024, cuando la palabra sostenibilidad se estira como un chicle, Iván y José están operando en un mercado que no es nuevo, pero que aún no tiene una gran implantación en Málaga. Los dos se conocieron en la universidad y la relación de compañeros de clase ha mutado a la de socios.

La idea les vino en un viaje a Costa Rica. En este país, una de las grandes mecas del café, observaron el gran derroche de plástico que generan los palitos de usar y tirar. La bombilla se encendió y cuando volvieron a Málaga pusieron en marcha un proyecto que, algunos meses después, ya está empezando a dar ciertos éxitos. Iván explica en conversación con SUR cómo fue el paso de la idea a la materialización. «Contactamos con un proveedor en Barcelona y después de recibir las primeras muestras que nos convencieron empezamos a movernos con bares y cafeterías», dice.

A día de hoy, los palitos comestibles ya están disponibles en seis cafeterías de la provincia: De Grazia Coffee&BAR, Pura Vida Café Bar, Cafetería Prados, Rou Mate Café Bar, Bootes Cafés y Caramello Salato Café. Además, se pueden probar en el museo del videojuego (OXO). Antes de llegar hasta aquí, estos jóvenes se dedicaron al puerta a puerta puro y duro para tratar de convencer a los hosteleros de darles una oportunidad. «Fue un momento complicado», recuerda Iván. Sin apenas inversión, necesitaban captar a algunos clientes para poner en marcha la rueda.

La gran pregunta que surge es la siguiente: ¿A qué sabe y de qué están hechas los palillos comestibles? «Sobre el sabor diría que quien tenga curiosidad, que pruebe. Pero es un sabor agradable. Nuestros palitos están hechos de harina de arroz y no tienen azúcares añadidos. Además, son aptos para veganos», resalta.

A pesar de su juventud, los dos presumen de tener una mente emprendedora y, por lo tanto, ya están pensando en cómo escalar su producto y seguir abriendo nuevas puertas. Están barajando la posibilidad de ampliar el catálogo a tenedores, cuchillos y cucharas. Técnicamente sería posible. «Esto es solo el comienzo. Lo que tenemos claro es que lo nuestro es el mundo del emprendimiento», sentencia Iván. El café puede ser un buen estimulante para ello.