Francis Salado, presidente de la Diputación, este viernes, durante la presentación del proyecto 'Málaga no caduca'. Migue Fernández

La Diputación repartirá excedentes de restaurantes a personas vulnerables

Los beneficiarios serán hasta 40.000 y el proyecto se prevé que comience a andar entre finales de enero y principios de febrero de 2025

Viernes, 25 de octubre 2024, 10:58

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha querido escenificar en la mañana de este viernes la unanimidad de todos los grupos políticos en torno a un proyecto de índole social y de carácter muy innovador. Se trata de 'Málaga no caduca', cuyo proceso de ... contratación se aprueba también hoy en un pleno extraordinario y urgente. El objetivo, según ha declarado Salado, es que esté en marcha entre finales de enero y principios de febrero del próximo año, una vez que se publique en la Plataforma de Contratación y en el Diario Oficial de la Unión Europea y transcurran los treinta días naturales de plazo de presentación de solicitudes para participar en la iniciativa para a continuación adjudicarse el contrato.

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En virtud de este proyecto, establecimientos hoteleros y hosteleros podrán donar sus excedentes de comida preparada a 40.000 personas vulnerables que tienen identificadas Bancosol y los ayuntamientos de la provincia. Los hoteles y los restaurantes tendrán la responsabilidad de envasar la comida por raciones, identificar qué tipo de alimento es y señalar la fecha de caducidad. Además de Bancosol, los ayuntamientos y estos establecimientos, fundamentales para que se pueda desarrollar el proyecto, también tendrá que participar una entidad financiera que ponga a disposición recursos económicos, además de la base de datos que ordene la logística con los horarios de recogida y reparto o cuántas raciones necesita cada hogar.

El pliego de contratación recoge que la duración del contrato será de cinco años y estará dotado con diez millones de euros, lo que implica que la Diputación reservará dos millones de euros al año de su presupuesto para el proyecto. Aunque, según señaló Salado, se trata de «un proyecto de provincia y con visos de continuidad esté quien esté» al frente. Además, detalló que se trata del «primer contrato de impacto social» que se pone en marcha en España y cuya especificidad reside en que los contratistas ingresarán en función del grado de cumplimiento de los objetivos marcados. «El pago se efectúa en función del éxito. Si se consiguen todos los objetivos, se paga el 100% y, si no, según los objetivos conseguidos», precisó el presidente de la Diputación.

Proyecto multidisciplinar

Y éstos no son únicamente satisfacer las necesidades alimentarias y mejorar la nutrición de 40.000 vecinos de la provincia, el proyecto es multidisciplinar, porque también busca analizar la situación psicosocial general de esos hogares para mejorar su empleabilidad en el caso de problemas en ese ámbito o paliar situaciones de soledad no deseada: «El proyecto es mucho más ambicioso que solventar la falta de alimentos; quiere ver por qué esas personas están en riesgo de exclusión social, mejorar su inserción laboral y ayudar a mayores que están solos».

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Salado explicó que la institución lleva trabajando en este proyecto durante un año -el pasado mes de junio fue cuando se presentó a los medios- elaborando la estrategia y explicando la idea a las empresas, además de diseñando la plataforma tecnológica que coordina todos los datos y todos los actores. En la iniciativa han participado, enumeró el presidente de la Diputación, la Universidad de Málaga, la Junta de Andalucía, la Confederación de Empresarios, las patronales sectoriales de la hostelería y de los alojamientos hoteleros, además del Banco de Alimentos. «Hay miles de toneladas de alimentos que se tiran y que están en buen estado. Además de una vertiente social, este proyecto también tiene impacto medioambiental», aseguró.

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