El estudio DATACovid está pensado para revelar los patrones de movilidad de los ciudadanos y así facilitar la toma de decisiones gubernamentales durante la alerta sanitaria, pero también es una herramienta muy valiosa para conocer dónde viven y trabajan los malagueños. Por ejemplo, permite saber con bastante precisión dónde residen los 20.000 empleados del PTA, lo cual puede ser de utilidad a afectos de diseñar soluciones de movilidad para este congestionado recinto.
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Así, en un día laborable de noviembre, antes de que el coronavirus irrumpiera en escena, se desplazaron a Campanillas (el distrito que engloba la tecnópolis) 1.430 personas desde Alhaurín de la Torre, 1.353 desde Cártama, 1.290 desde Teatinos y 968 desde Puerto de la Torre. También se registraron flujos de en torno a 700 personas desde Rincón de la Victoria, la zona de Carlos Haya y Camino de Suárez, Portada Alta y Torremolinos, respectivamente. Hay un número no despreciable de trabajadores que llegan de más lejos, por ejemplo más de 500 desde Benalmádena, casi 400 desde Fuengirola y más de 200 desde Mijas.
El polígono Guadalhorce es otro foco de atracción de trabajadores de otros municipios: más de mil personas acudían en un día normal desde Torremolinos, otras tantas desde Alhaurín de la Torre, más de 800 desde Rincón de la Victoria, unas 700 desde Benalmádena y más de 600 desde Cártama.
El Centro, en cambio, atrae fundamentalmente a vecinos de la propia capital, aunque también a mil residentes de Rincón de la Victoria, más de 500 de Torremolinos y unos 300 de Benalmádena.
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