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Mohamed, el tripulante de 54 años desaparecido en el hundimiento del Nuevo Rafael, es una persona bastante conocida en Caleta de Vélez, donde reside desde hace más de 30 años junto a su familia. Está casado y es padre de seis hijos, tres mujeres ... y tres varones, de entre 24 y 12 años. Ayer en el domicilio familiar el ambiente que se respiraba era de profundo dolor e incertidumbre. «No sabemos si está vivo o muerto. El patrón nos ha dicho que fue el primero en saltar del barco, pero no entendemos por qué no ha sido rescatado y no está con nosotros», indicó ayer Fátima, la hija mayor de Mohamed, que es madre de un hijo.
Los hijos y la madre de familia conocieron la noticia del hundimiento del barco a través de la llamada de un amigo de unos de ellos alrededor de la 01.00 de la madrugada. Desde entonces viven con el corazón en un puño, pendientes del móvil y atentos a cualquier novedad que les pueda aportar de Salvamento Marítimo sobre la búsqueda.
Ayer por la mañana, según Fátima, recibieron al visita en el domicilio familiar del patrón del Nuevo Rafael y jefe de su padre, con el que llevaba trabajando desde hace más de un año, aunque con anterioridad estuvo casi 18 años. «Nos dijo que mi padre logró saltar y que lo escucharon gritar pidiendo auxilio. Lo que no logramos entender es cómo habiendo sido el primero en salir del barco no está entre los rescatados», se preguntó Fátima.
Según la familia de Mohamed, se da la circunstancia de que un quinto tripulante de la embarcación pudo salvarse gracias a que el miércoles había acudido a una revisión médica.
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