Día de Reyes: las caras de la ilusión

Han dormido mal, nerviosos, soñando con lo que podrían encontrar al pie del árbol o del Belén de Navidad al levantarse. Por esto, David, Emma, Bruno, Sofía, Clara o David y otros miles de niños malagueños se han despertado este viernes antes de lo que correspondería a un día festivo habitual. Pero es que el día de Reyes no es un día normal, y la impaciencia por ver lo que les habían dejado superaba al sueño y el cansancio.

Emma y Bruno, de cuatro y un año, han tenido un despertar muy especial. Sus padres prepararon un camino con una fila de muñecos que llevaban al salón donde estaban los regalos. Es el primer año de Reyes en el que Emma ya es más consciente de lo que supone esta festividad y se sorprendió al ver tantos paquetes. Ella y su hermano menor se han pasado buena parte de la mañana abriendo regalos: muñecos, libros, un coche teledirigido, una canasta de baloncesto o una bici para Bruno. Y, como suele ser habitual entre hermanos, uno prefería el regalo del otro.

También dejan un rastro de monedas de chocolate y caramelos en casa de Alejandro (11 años) y Lucía (7). Viven en Alhaurín de la Torre y, aunque se acostaron tarde, después de la cabalgata de Reyes, a las 8.30 de esta mañana ya estaban en pie. A Lucía le atraen las manualidades y había pedido una máquina de coser y un torno para hacer cerámica, que los Reyes le han dejado al pie del árbol de Navidad. También libros o una colección de ositos de trapo. Alejandro estaba muy ilusionado con un centro 'gamer', un escritorio y la silla especial para poder jugar con sus amigos. Además de ropa, tenía mucha ilusión en unos tenis de baloncesto, que los Reyes le han regalado. Coco, un labrador, es uno más de la familia. Sin decirle nada, va directo a su regalo, un peluche, con el que disfruta convirtiendo el momento en una fiesta compartida por toda la familia.

En el caso de Sofía y David, la diferencia de edad es algo mayor, 13 y 6 años. Por esto los juguetes se han dirigido más al pequeño y ella ha tenido desde ropa a una entrada para el Circo del Sol, además de unos auriculares. Hay juguetes que emocionaron a los padres y que a pesar del paso de los años siguen despertando el interés de los niños. Es el caso del Scalextric, que a David le ha hecho una gran ilusión.

La noche fue frenética para los Reyes y sus ayudantes. Así lo confirman los restos de plásticos, envases y cartones que se acumulaban en los contenedores de pueblos y ciudades. Calles, parques y paseos se llenaron poco a poco de pequeños de todas las edades impacientes por estrenar sus nuevos patines, patinetes, bicicletas, cochecitos de muñecas o balones. La mañana la dedicaron a desenvolver regalos, sus ilusiones convertidas en realidad gracias a los Reyes Magos.

 

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