Cs se desmarca del PP y vota en contra del cargo y el sueldo de Cassá

La Diputación de Málaga ha aprobado este miércoles el nombramiento de Juan Cassá como portavoz del equipo de gobierno y como máximo responsable del área de Relaciones Institucionales, dando así formalidad al acuerdo alcanzado entre las partes, es decir el propio Cassá y el presidente de la institución provincial, Francisco Salado. Queda así superado, al menos de momento, el problema que suponía la marcha de Cassá de Cs para el PP, que dejó en minoría a Francisco de la Torre en el Ayuntamiento de Málaga. Pero se ha hecho a cambio de abrir una grieta en el equipo de gobierno en la Diputación, ya que Ciudadanos (Cs) ha votado en contra tanto del nuevo cargo que ostentará Cassá así como como del sueldo que va a percibir a partir de ahora. Es la primera vez que Cs se desmarca del PP en lo que va de legislatura, aunque no haya sido determinante para el sentido de la votación. Los quince diputados populares y el propio voto de Cassá han sido suficientes para equilibrar la balanza y asegurar la mayoría absoluta. Los diputados del PSOE y de Adelante Málaga, como era de esperar, han mostrado su rechazo y han votado en contra.

El pleno extraordinario, convocado el martes por la noche a última hora, ha deslizado en las circunstancias del momento, con muchos diputados conectados desde casa y con los presentes manteniendo las distancias de seguridad. Cassá optó por no estar en el salón de plenos y se ubicó en una pequeña sala colindante que sirve para acoger las ruedas de prensa de asuntos menores. En todo momento, ha estado acompañado por Íñigo Vallejo, uno de los asesores que le siguen desde que entró en la política malagueña en 2015. Parco de palabras, lo único que ha repetido Cassá es que su objetivo es «dar estabilidad» a las instituciones a las que pertenece.

Entre los puntos del orden del día, la aprobación de la retribución que percibirá a partir de ahora Cassá, que serán unos 73.422 euros brutos anuales, dedicación exclusiva incluida. Una cantidad que hacen del exnaranja uno de los políticos mejor pagados de la provincia, por encima, por ejemplo, del propio De la Torre.

En la nueva configuración del equipo de gobierno, Cassá queda adscrito al área de Presidencia, por lo que reportará y dependerá, directamente, de Salado. Con un matiz de suma importancia: no formará parte de dicho equipo de gobierno y no estará en la junta directiva de la institución provincial. «No tiene tareas ejecutivas, tiene tareas representativas» han remarcado fuentes directas a SUR. De esta manera, se cumple con la petición que ha formulado la dirección regional de Cs, que es la de no incluir al ahora diputado no adscrito en ningún gobierno.

Que las relaciones de Cassá con su expartido y el vicepresidente de la Diputación, Juan Carlos Maldonado, no pasan por su mejor momento no sólo lo evidenciaba la distancia física que ambos han puesto entre sí en el pleno de hoy. En su intervención, el vicepresidente ha sido muy crítico con el nombramiento de Cassá, que ha llegado a tachar de «sinsentido» y de «chantaje».

«En primer lugar, decir que me parece un auténtico escándalo lo que se debate en este pleno. Por las formas y por el fondo. Cs ha demostrado siempre que ha sido un socio leal con el PP, al igual que está siendo un socio leal en el Ayuntamiento de de Málaga. No vemos ninguna explicación para que el señor Cassá forme parte del gobierno en la Diputación. No tiene sentido que si pedimos que entregue su acta, permitamos que forme parte del gobierno», ha aseverado.

Maldonado ha añadido que «no entiendo la preocupación y no entiendo la deslealtad de que el señor Cassá forme parte de la Diputación. Cs no vincula administraciones, nunca lo ha hecho. Probablemente, el PP tenga temor por el Ayuntamiento de Málaga, pero el temor no nos debe hacer perder la dignidad», ha subrayado.

En la misma línea crítica se ha mostrado el portavoz del PSOE en la Diputación, José Bernal, que ha calificado lo sucedido como el «pleno de la indecencia». Su homóloga en Adelante Málaga, Teresa Sánchez, también ha hablado de «escándalo» y ha asegurado que la «única urgencia que había es que Cassá cobre su nómina al final de mes».

El portavoz de los populares, Francisco Oblaré, ha tratado de justificar las nuevas responsabilidades que ostentará Cassá en la vocación de dotar de «estabilidad» tanto a la Diputación de Málaga como al propio Ayuntamiento de la capital. El propio Salado, en la intervención que ha cerrado este pleno extraordinario, ha recordado que «nada va a cambiar» en el enfoque político de la institución, centrado ahora mismo casi en exclusiva en la crisis sanitaria del Covid-19 y sus consecuencias. «El señor Cassá votó a favor de mi investidura y a favor del acuerdo de gobierno con Cs, que se cumplirá en su totalidad», ha asegurado Salado.

En todo caso, si el PP ha logrado cerrar un frente en el Consistorio de la capital, ahora se le ha abierto otro en la Diputación, visto el enfado de Maldonado. Al menos, de forma momentánea. Como muestra de aflicción, ha llegado a poner su cargo de vicepresidente a disposición de Salado. «Yo no estoy en política por un cargo, estoy en política para resolver los problemas de las personas. Mi cargo siempre está a disposición del presidente y mi partido tendrá que aclarar lo que se ha votado hoy con el PP», ha finalizado Maldonado.