La brecha que no cesa: ocho de cada diez excedencias para cuidar familiares recaen en mujeres

En Málaga la cifra de excedencias de 2024 es un 7,7% inferior a la de un año antes, mientras que en Andalucía la caída se limita a un 2,1%. En el conjunto de España la cifra de excedencias del ejercicio pasado fue de 53.471, también alrededor de un 2,5% inferior a la de 2023.

Lo que persiste es la brecha en el reparto por sexo de las excedencias, porque el grueso se las siguen cogiendo las mujeres, debido al mandato de género que les atribuye a ellas las tareas de cuidados de niños, mayores y otros dependientes, además de que son ellas también quienes cobran salarios más bajos, que a ojos de la familia los convierten en algo más prescindibles que los del proveedor principal del hogar. Así, en Málaga, de las 1.726 excedencias, 1.458 altas corresponden a mujeres y apenas 268, a hombres. Esto implica que en la provincia el 84,5% de los permisos son femeninos, frente al 15,5% que son masculinos. Es una proporción que se repite en Andalucía: el 84% son excedencias de mujeres e idéntico porcentaje en el conjunto de España.

Donde menos ponderan las mujeres en las excedencias dadas de alta es en Ourense o en Tenerife, aunque ellas todavía representan alrededor del 75% del total. Pero en Melilla se toman el 95% de todos los permisos para cuidar y en Zamora, el 90%, así como en Castellón o en Valladolid.

Tal y como informa el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los trabajadores y las trabajadoras pueden solicitar excedencias para atender a hijos o hijas, así como menores acogidos, además de para el cuidado de otros familiares. Los tres primeros años de excedencia para atender a hijos o menores tienen la consideración de cotización efectiva a efectos de las prestaciones de la Seguridad Social por jubilación, incapacidad permanente, muerte y supervivencia, maternidad y paternidad. Y también se considera efectivamente cotizado, a efectos de estas prestaciones, el primer año de excedencia para el cuidado de otros familiares.

Las consecuencias de que sean mayoritariamente las mujeres las que se cogen excedencias son de variado cariz: su cotización a la Seguridad Social se resiente -si el periodo del permiso se extiende más allá de los tiempos en que la legislación no contempla recortes-, lo que puede traducirse en prestaciones de jubilación más bajas en la vejez. También se puede producir algo más sutil: sus aspiraciones de promocionar en la empresa también se pueden ver perjudicadas. El mandato de género que pesa sobre las mujeres de que han de ser ellas las que cuiden también tiene impacto sobre los hombres, porque a veces las empresas no ven con buenos ojos que sean ellos las que soliciten estos permisos.

El departamento de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones también informa este jueves de las prestaciones que abonó el año pasado por nacimiento y cuidado de menores, que en este caso sí es equivalente para ambos progenitores. En concreto en Málaga se abonaron 16.020 prestaciones por un total de 108,79 millones de euros, lo que hace una media de 6.790 euros por titular. En este caso la provincia es segunda en el ránking andaluz, por detrás de Sevilla (20.876 prestaciones por un total de 144,65 millones de euros, que hacen una media de algo más de 6.900 euros cada una).

De esas 16.020 prestaciones tramitadas en Málaga por nacimiento, 7.765 corresponden al primer progenitor (habitualmente la madre) y, en este caso más, 8.255, al segundo progenitor (casi siempre el padre).

La cuantía de estas prestaciones es equivalente a la base de cotización del mes anterior al parto, adopción, guarda o acogimiento, y se abona directamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) durante las semanas que dura el permiso.

La prestación por nacimiento y cuidado de menor sustituye a las antiguas prestaciones de maternidad y paternidad desde el 1 de enero de 2021 y ha supuesto la equiparación completa de ambas. En la actualidad, el permiso es de 16 semanas para ambos progenitores y se reconoce como un derecho individual y no transferible. De las 16 semanas, seis de ellas deben disfrutarse inmediatamente después del parto o resolución judicial o administrativa en los casos de adopción, guarda o acogimiento. El resto del tiempo puede disponerse en periodos sucesivos, de al menos una semana de duración.