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Dani Pérez, el nuevo secretario general del PSOE de Málaga y portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento de Málaga, ha dejado atrás el coronavirus y ya se encuentra con «buenos ánimos» para afrontar su primer año como máximo referente del partido en la provincia. Este lunes ha retomado su agenda reuniendo a su ejecutiva y a los diputados malagueños que desempeñan su labor en el Congreso, el Senado y el Parlamento andaluz. Acto seguido, ha mantenido un encuentro con periodistas para explicar cuáles son las líneas de la acción política que se han marcado para los próximos meses, anunciando una ofensiva para luchar contra la «degradación de la sanidad pública», que ha achacado al actual Gobierno andaluz, formado por el PP y Ciudadanos. Al margen de la inmediatez de los próximos meses, Pérez también ha dejado claro que el tiene perfilado un proyecto a medio y largo plazo, que pasa por afrontar las elecciones municipales de 2023 con el objetivo de alcanzar la Alcaldía de la capital y hacerse o mantener los principales ayuntamientos de la Costa. De lograrlo depende el otro gran objetivo que se ha marcado: volver a gobernar en la Diputación, donde se perdió el poder en 2011.
La crisis del coronavirus sigue haciendo sombra a todo. La lucha contra la pandemia, ha asegurado Pérez, convierte el estado de la sanidad pública en el elemento más importante en estos momentos y el que más preocupa en la calle. Ómicron, aunque deja cuadros más leves, ha puesto en apuros a la asistencia primaria porque contagia a más personas. Eso se traduce en más burocracia y trabajo para unas plantillas que, según Pérez, han sufrido una importante merma en los últimos meses: «Hemos visto como el Gobierno andaluz ha despedido a 8.000 sanitarios y puede despedir a 13.000 más si no se renuevan los contratos de refuerzo que expiran ahora en marzo».
Las colas en los centros de salud, donde se agolpan a diario personas son para Pérez el símbolo de la decadencia en la que ha entrado la sanidad pública bajo el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y su consejero de Salud, Jesús Aguirre. Una imagen a explotar políticamente. Por ello, también ha anunciado que el PSOE, a través de Juan Espadas, propondrá a Aguirre un «gran pacto» por la salud que consistiría en reforzar las plantillas. De lo contrario, se pedirá la dimisión del consejero de Salud en la primera sesión parlamentaria de 2022, en el mes de febrero. Javier Carnero es el actual portavoz de Salud del PSOE en el Parlamento andaluz y tendrá mucho protagonismo en los próximos meses.
Este año será muy especial para Pérez y no solo porque volverá a ser padre por segunda vez. A su labor como portavoz en el Ayuntamiento suma la responsabilidad que trae consigo ocupar la secretaría general. Al final, por muchas palabras y buenos propósitos, el éxito se medirá por aspectos cuantitativos. Pérez tendrá una segunda oportunidad para hacerse con la Alcaldía del Ayuntamiento, como la disfrutaron sus antecesoras, María Gámez y Marisa Bustinduy.
No hay tener gran experiencia en campañas electorales para saber que sus probabilidades aumentarán si se enfrenta a un candidato popular que no sea el actual alcalde, Francisco de la Torre. Pérez ha señalado, en este sentido, que el hecho de que el PP le haya pedido otra vez al veterano regidor que repita en 2023 denotaría que los populares «están a la desesperada» por apostar otra vez por un proyecto que habría entrado en fase de «agotamiento».
Otra preocupación debe ser para Pérez la situación del partido en los grandes municipios de la Costa. La reciente moción de censura en Torremolinos ha sido la peor manera de estrenar su liderazgo, aunque él se defiende y habla de una «situación sobrevenida» en un ayuntamiento que se ganó en «el descuento» y que «estaba cogido con pinzas». Situación distinta a la de Mijas y Benalmádena, donde tanto Josele González y Víctor Navas se manejan como candidatos fijos para repetir en 2023. «Ambos han logrado consolidarse como alcaldes», ha comentado Pérez que tienen claro que el camino hacia la Diputación también pasa por estas plazas.
Pérez ha reconocido que en los últimos años la provincia de Málaga se ha convertido en un territorio en el que el PP se ha consolidado en muchos ayuntamientos e instituciones que antaño estaban ligadas al PSOE. La Diputación es el ejemplo de más peso. Pero que con él al frente del partido y con la ayuda de su ejecutiva provincia la meta es la de volver a ser referencia y principal alternativa a los gobiernos populares.
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