La puesta en marcha de la reforma de las pensiones implicará, ya desde el año 2024, un incremento de las cotizaciones sociales de los salarios más elevados. Porque ya comenzará a aplicar el incremento del 1,2% en la base máxima de cotización, que alcanzará ... el próximo ejercicio los 54.587,28 euros desde los 53.940 de 2023. Además, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) se elevará de los 0,60 a los 0,70 puntos porcentuales. Pero será en el año 2025 cuando entre en acción la nueva cuota de solidaridad, que será escalonada en función del porcentaje en que el salario sobrepase la base máxima de cotización, en modo parecido a como opera, por ejemplo, el IRPF.
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De esta manera, si en el año 2023 todas las rentas salariales a partir de los 53.940 euros cotizan a la Seguridad Social por contingencias comunes -con una tasa del 4,7%- y por el MEI algo menos de 2.600 euros, porque las cotizaciones sociales están topadas -a partir de la base máxima no aumenta la aportación a medida que sube el salario-, en el año 2025 su factura se verá incrementada y, por efecto de la nueva norma, surgirán tramos distintos, y más progresivos- de cotización. En la práctica, supone un destope de las cotizaciones sociales. De esta manera, quienes mantengan rentas salariales similares a la base máxima de cotización de 2023, es decir, quienes cobren alrededor de 54.000 euros anuales, continuarán abonando algo más de 2.500 euros por contingencias comunes, pero se les encarecerá el MEI, que subirá para los trabajadores hasta el 0,13% -y hasta el 0,80% junto a la contribución empresarial-, con lo que la aportación a la Seguridad Social les subirá hasta los 2.574 euros, menos de un 1%.
Los siguientes tramos de salarios que se usan como referencia y que provienen de la escala con la que la Agencia Tributaria trata los datos cotizarán por una base máxima más elevada -en 2025 se incrementará hasta los 55.242 euros- que será también la referencia con la que se aplicará el MEI. Y a ello se sumará la cuota de solidaridad, cuya factura será creciente según el volumen de la renta salarial: se aplicarán diferentes tipos para retribuciones que superen en un 10% la base máxima; para salarios desde el 10% al 50% adicional a la cifra de la base máxima; y para la parte del salario que exceda al 50% de la base máxima.
205.000 euros de salario anual
Son los que mayor impacto registran del incremento de cotizaciones: tendrán que aportar un 14% más.
El mayor impacto de las medidas lo registrará el último tramo salarial, el del sueldo más alto, es decir, quienes tienen retribuciones medias anuales de alrededor de 205.000 euros, puesto que verá incrementar su factura con la Seguridad Social en cerca de un 14%, hasta rozar los 2.950 euros, en 2025, en comparación con el ejercicio actual.
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El tramo retributivo inmediatamente anterior, con una media salarial de 105.000 euros, tendrá que cotizar a la Seguridad Social un 7% más, hasta los 2.767 euros anuales.
La reforma también tendrá repercusión en las empresas, que son las responsables del grueso de las aportaciones a la Seguridad Social. La proporción de la que se suele hablar es que por cada euro que ponen los empleados, las compañías aportan cinco. De acuerdo con los cálculos efectuados por este periódico, en el año 2023, por cada trabajador con una retribución a partir de la base máxima actual de cotización (los casi 54.000 euros actuales, a razón de 4.495 euros mensuales), las empresas aportan 13.000 euros anuales a la Seguridad Social en concepto de contingencias comunes (23,6%), a lo que se suma el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (un 0,5% este año).
Con la mera subida de base máxima de cotización prevista para 2025, sólo por el concepto de contingencias comunes, las empresas aportarán más de 13.000 euros por trabajador. A ello hay que sumar el encarecimiento del MEI (0,67%), además de la parte que corresponde a las compañías de cuota de solidaridad. De acuerdo con los cálculos efectuados por este periódico, las aportaciones a la Seguridad Social que deberán realizar las empresas por sus empleados mejor retribuidos se incrementarán un 14%, al pasar de los 13.000 euros de 2023 a los 14.840 euros de 2025.
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74.436,30 euros
será la base máxima de cotización en el año 2050, en virtud de una reforma que la eleva cada año un 1,2%.
Este periódico también ha hecho otra simulación: ha calculado qué pasaría ahora mismo en caso de que estuvieran operativos todos los extremos de la reforma de las pensiones que ha promovido el Gobierno. A razón de un incremento de la base máxima de cotización de un 1,2% anual de aquí a 2050, al final del periodo se situará en los 74.436,30 euros. A ello hay que sumar que el MEI habrá llegado al 1,2%, repartido a razón de un punto a cargo de la empresa y las dos décimas para el trabajador. Y, por último, la cuota de solidaridad alcanzará el 5,5% para las retribuciones desde la base máxima hasta el 10% por encima de esta cifra; el 6% desde ese punto hasta el 50% que sobrepasen la base máxima; y el 7% para volúmenes salariales que sobrepasen en más del 50% la base máxima de cotización. El reparto de la cuota de solidaridad se efectúa de la misma manera que la de la cotización por contingencias comunes.
A los tramos salariales inferiores a la nueva base máxima de cotización la reforma les afectaría dado que tendrían que cotizar por todo su salario y, además, también se les aplicaría el Mecanismo de Equidad Intergeneracional también por toda su masa salarial. Pero no deberían abonar la nueva cuota de solidaridad, dado que ésta se paga de forma escalonada por la parte del sueldo que supera la base máxima de cotización.
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El impacto más importante lo registrarán las personas con salarios más elevados, quienes de media cobran 206.075 euros. En su caso, de aportar ahora mismo 2.589 euros anuales pasarían a pagar 4.864,47 euros, lo que supondría un incremento superior al 85%. Para sueldos en el entorno de los 106.000 euros, la factura con la Seguridad Social se incrementaría algo más de un 50%, hasta rozar los 4.000 euros anuales.
En cuanto a las empresas, la factura de sus empleados con salarios más elevados (quienes de media cobran 206.000 euros) se prácticamente duplicará desde los 13.000 euros hasta los 25.694,61 euros, mientras que para las personas con salarios de alrededor de 105.000 euros la contribución empresarial aumentaría más de un 50%, ya que rozaría los 20.000 euros.
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De acuerdo con la estadística de asalariados y percepciones salariales de la Agencia Tributaria, los más afectados por la reforma de las pensiones, quienes cobran a partir de diez veces el (salario mínimo interprofesional) SMI y que perciben un salario medio anual de 206.075 euros, no llegan a los mil, mientras que en Andalucía ascienden a 3.705. El tramo previo lo conforman las 1.394 personas que perciben un salario equivalente a entre 7,5 y 10 veces el SMI, que se traduce en una media de 105.851 euros al año. Estas personas conformarían el segundo grupo más afectado por la modificación de las bases máximas de cotización. En el conjunto de la comunidad autónoma son 6.807. Entre 5 y 7 veces el SMI (un promedio de 74.363 euros) cobran algo más de 8.900 malagueños. A ellos hay que sumar a quienes cobran entre 4 y 5 veces el SMI, que son 11.855, con una media de sueldo anual de 53.287 a 59.644 euros. En total, las personas afectadas por la reforma apenas rebasarían las 23.000.
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