Coral García SUR
Psicooncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer

Coral García: «Cáncer no es igual a muerte, pero es evidente que los padres tienen miedo»

Comunicar la enfermedad, pasar por los tratamientos y luego reincorporarse a la vida anterior son tres fases cruciales

Jueves, 15 de febrero 2024, 00:27

Coral García es psicooncóloga y especialista en Cuidados Paliativos Pediátricos. Trabaja para la Asociación Española contra el Cáncer, la principal entidad nacional que lucha contra una enfermedad que afecta a todos los rangos de edad, pero que tiene ciertos puntos en común cuando se trata ... de menores. Por eso, figuras como las de ella son especialmente relevante de cara a la sanación.

Publicidad

–Hay un primer momento en todo este proceso: comunicar la enfermedad. ¿Cómo se afronta?

–A los niños el hecho simplemente de salir de su entorno conocido (de su casa y de su colegio) de una forma brusca y repentina a un lugar desconocido como es el hospital les afecta bastante. Y luego hay pequeños grandes cambios como no comer su comida o no dormir en su cama, que a nivel psicológico suponen pequeños duelos que se van acumulando. Son pérdidas que tienen que asimilar. Y luego está el reto de ver a sus padres preocupados por el simple hecho de un diagnóstico. Les basta mirarles a la cara para saber que algo muy grave está pasando.

–¿Cómo se comunica?

–Generalmente se comunica primero a los padres. Si es adolescente se intenta también que esté presente, aunque luego se intenta que haya también en el abordaje de la comunicación la figura de un psicooncólogo.

–¿Qué reacciones tienen?

–Lo primero que hay es muchísimo miedo. Es verdad que hoy en día los tratamientos han avanzado muchísimo y que la tasa de supervivencia de un 81 por ciento. Cáncer no es igual a muerte, pero evidentemente cuando hay un diagnóstico hay un temor muy grande ante la posibilidad de que las cosas no salgan bien. De manera instintiva, un padre o una madre quiere proteger a su hijo de todo, y aquí va a haber un sufrimiento que no le van a poder evitar. Eso genera angustia.

–¿Cómo es el día después de la curación?

–Pues va a depender mucho de las secuelas. Es decir, hay secuelas que son físicas, como pérdida de audición o de visión. Ahí viene un proceso de recuperación a un nivel muy profundo. Y hay también secuelas que son emocionales, es decir, que la curación no siempre implica un bienestar, aunque evidentemente es un momento muy importante. Pero quizá la clave está en si hay o no hay secuelas. Evidentemente, el hecho de que haya una secuela implica que hay que seguir haciendo un trabajo emocional grande y una sanación.

Publicidad

–¿Cómo es la vuelta a la vida 'normal'?

–Pues no siempre es fácil. Aunque hay mucha alegría porque es una etapa nueva en la que la enfermedad va quedando atrás, pero el volver a retomar la rutina después de, posiblemente, varios años... hay miedos.

–Quizá sea durante la enfermedad cuando su trabajo es más crucial...

–Sí, sobre todo porque durante los tratamientos hay una serie de sintomatología dura, como vómitos y malestar. Generalmente lo que más vemos son sintomatología depresiva y ansiosa. Ahí hay que hacer un trabajo importante porque cuanto más tiempo va pasando, tanto los padres como el niño se van cansando. Hay una necesidad de que esto termine. Pasa un poco como en las carreras de fondo, que cuanto menos queda, más parece que falta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad