Svitlana Kramarenko: «Hay ucranianos preguntando cómo volver para unirse al ejército para defender su patria»

La cónsul de Ucrania en Málaga, Svitlana Kramarenko, apenas ha tenido tiempo para pegar un ojo desde que comenzó la invasión rusa sobre su país. Desde que estalló la guerra, su teléfono no para de sonar y atiende las llamadas de forma acelerada. La imagen más visible de la comunidad ucraniana en la provincia confiesa que sus ciudadanos «están muy tristes» y ella apenas se despega del teléfono para que a los residentes no les falte información.

Mientras trata de atender a todos los ciudadanos ucranianos que se encuentran en la provincia, también intenta coordinar con las diferentes administraciones la logística humanitaria que requiere un drama de estas características. En una breve conversación telefónica, asegura que apenas le da tiempo para atender todas las llamadas, pero se esfuerza en aparentar tranquilidad. «Estos días no hemos parado ni un momento». Confiesa que la mayoría de las llamadas que atienden en el Consulado, ubicado en La Malagueta, provienen de ciudadanos que tratan de sacar a familiares de su país, aunque también al contrario: «Otros quieren saber cómo pueden volver a Ucrania para unirse al ejército para defender su patria», apunta sin disimulos.

Por la información de la que dispone, Kramarenko afirma que es tan complicado salir como volver a entrar al país, aunque ya conoce algunos casos de compatriotas que se han montado juntos en un coche rumbo a la capital para unirse a la guerra contra los invasores. «Quieren defender la patria», insiste.

Entre los objetivos prioritarios que se ha propuesto la cónsul se encuentran el de localizar espacios apropiados para acoger a los refugiados, que deberán llegar a la ciudad en las próximas semanas o meses. Aunque de momento no maneja una estimación de cuántos ciudadanos podrían llegar ni sobre la fecha prevista de llegada, ella ya ha comenzado a reunirse con ayuntamientos y la Diputación Provincial, que le han asegurado ayuda cuando llegue el momento. «Estamos a la espera de conocer el algoritmo europeo que hará la distribución de refugiados y espero que Málaga pueda participar en él». Por el momento, el Ayuntamiento de la capital ha puesto a su disposición las plazas de alojamiento en los centros de la red municipal de acogida, y la Diputación Provincial más de medio centenar de plazas en La Térmica y La Noria.

La cónsul confiesa que la población ucraniana se encuentra actualmente «con mucho dolor» y que se está muy preocupada por conocer cómo se encuentran sus familiares. «Nos preguntan mucho por cuál es la logística para sacarlos de allí y cómo podrán hacer para reencontrarse con ellos», afirma.

Junto a la asociación Maydan de ucranianos residentes en la Costa del Sol, el Consulado está colaborando en la recogida de material humanitario, que posteriormente se enviará a la frontera con Polonia. Para ello, y tras reunirse con el Ayuntamiento de la capital, va a disponer de un punto de información y atención presencial a sus ciudadanos en la oficina de Turismo del Ayuntamiento, en la plaza de la Marina.

Svitlana Kramarenko lleva apenas un año en España, y desde su llegada al país es la responsable del Consulado de Ucrania en Málaga. Nacida en 1972 en Kyiv, cree que lo mejor que puede hacer la población es mantener la calma en estos momentos, por muy complicado que pueda parecer. De hecho, recuerda que su territorio es asediado por Rusia desde el año 2014, cuando comenzó la guerra del Dombás. Desde entonces, su país lamenta la muerte de más de 14.000 personas y el número de desplazados asciende hasta el millón y medio de personas.

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