El talento puesto al servicio de una pasión, la música

Todos siguen sus estudios musicales y la mayoría también una carrera universitaria. Isabel Tardón Barbancho, de 18 años, estudia Matemáticas en la UMA y Composición en el Conservatorio Superior de Málaga. Por si fuera poco, sigue estudiando, por libre, violín. La joven asegura que su expediente de 10 es fruto del «trabajo constante, el esfuerzo y la dedicación», de «aprovechar al máximo cada clase». Isabel acude por la mañana a la universidad y por las tardes al conservatorio. Le queda así poco tiempo para otra cosa que no sea estudiar. Asegura que le va «muy bien» y que la carrera le está gustando. De su paso por el Martín Tenllado dice que se lleva «un montón de amigos para toda la vida, el cariño por parte de los profesores y el haber aprendido mucha música». Isabel ha crecido rodeada de música desde pequeña: «es una parte importante de mi vida», afirma, pues siempre ha estado presente en casa, con su madre, profesora de la UMA y pianista.

Irene Pastor González ha sido premio extraordinario con un 9,88 de expediente. Como Isabel, estudia Composición en el Conservatorio Superior de Málaga y Matemáticas en la UMA. La joven se muestra sorprendida con el premio: «Con todos los estudiantes extraordinarios que hay en Andalucía no me lo esperaba. Así que me ha alegrado mucho». Estudió en el IES Miraya del Mar y en el conservatorio de Vélez hasta cuarto curso de enseñanzas Profesionales. «Quinto y sexto ya lo hice en el Martín Tenllado, con el consiguiente sacrificio por parte de mis padres», comenta la joven. Irene también se ha matriculado en el grado de Matemáticas en la UMA, aunque dice que su vocación es la composición. «Desde pequeña lo tenía claro», afirma. Pero como reconoce que el futuro con la música puede ser algo complicado, ha decidido compaginarlo con una carrera universitaria. Analizar lo que escucha, diseccionar los sonidos y entender cómo nos afecta la música es lo que más fascina a esta joven de 18 años. Sobre los estilos de música, asegura que lo que más le gusta son las bandas sonoras y la música de los años ochenta y noventa, «que es la que escuchan mis padres».

Para aprender de una de las violistas españolas más reputadas, Aglaya González, Álvaro Ruiz Llopis se ha trasladado a Sevilla, donde continúa sus estudios con este instrumento en el Conservatorio Superior de la capital andaluza. 9,93 ha sido su nota media del expediente. Álvaro, que estudió en el instituto Pablo Picasso, reconoce que «tenía mis dudas» sobre conseguir el premio, por lo que dice estar «súper contento». Del conservatorio en el que pasó diez años solo tiene «buenos recuerdos», por lo que para él ha sido muy emotivo volver para recoger el premio y tocar en el concierto con el que se cerró el acto. «Tocar y escuchar música es lo que me apasiona y me llena» y de lo que espera «trabajar y ganarme la vida en el futuro». En Sevilla vive en un piso céntrico, cerca del conservatorio en el que estudia. La adaptación a la ciudad «ha sido muy fácil, en el fondo somos muy similares malagueños y sevillanos», afirma.

La cuarta alumna del Martín Tenllado que ha conseguido premio extraordinario correspondiente al curso 2022/23 es África Vicente Orozco. Tiene también 18 años y estudia Trompa, instrumento con el que continúa en el Superior de Málaga. Estudió Secundaria en el Christine Picasso y el Bachillerato, en el Cánovas del Castillo. Su nota final ha sido de 9,79. La joven se muestra muy ilusionada por el reconocimiento conseguido a años de esfuerzo y dedicación a la música. Ahora compagina estos estudios en el Conservatorio Superior con el grado en Estudios de Asia Oriental en la UMA. Señala que la carrera «no es tan exigen como otras» y además ha solicitado la matrícula parcial, por lo que se ha dejado algunas asignaturas para el próximo año, de manera que pueda dedicarse más a fondo a su auténtica pasión, la música que, afirma «es mi día a día; si no estoy tocando, estoy escuchándola». Ahora se enfrentará al reto de «encontrar un hueco en un mundo tan competitivo», reconoce la joven.