Ahmed Bin Mohamed Al Jarwan: «Queremos que la Universidad de Málaga introduzca estudios sobre la paz y la tolerancia»

–¿Qué es el Consejo Global para la Tolerancia y la Paz?

–Es una plataforma internacional que defiende los valores de la tolerancia, de la paz y la convivencia y la paz en diferentes ámbitos, la educación, la acción parlamentaria o la cooperación internacional, a través de la diplomacia y el diálogo. Hemos creado una sólida asociación con varios países del mundo y hemos creado unas relaciones estrechas con los Parlamentos y las instituciones interesadas en la tolerancia y la paz. Ahora mismo, contamos con más de 90 países en el consejo y 85 diputados de parlamentos nacionales.

–¿Qué papel juega España en este Consejo?

–España es un país pionero en las cuestiones relacionadas con la convivencia, la tolerancia y la paz. Por eso, nuestro interés en contar con España como socio en el Consejo porque sabemos que es un puente muy importante para llegar a diferentes países de Latinoamérica. España relaciona a los países latinoamericanos con la Unión Europea y a los países europeos con el norte de África.

–Ustedes fomentan la cultura y la educación para la tolerancia. Si se analiza la situación mundial, cada vez se ven más situaciones de intolerancia: religiosa, racial, social, de género... ¿se están dando pasos hacia atrás en la tolerancia? ¿Se está volviendo la sociedad más intolerante?

–En general los países buscan siempre alianzas, promover los lazos culturales y el diálogo para aparcar las diferencias religiosas e ideológicas. Sin embargo, surgen organizaciones, grupos que no están interesados en defender esas ideas y esos objetivos, entre ellos, el Estado Islámico, el Daesh, Al-Qaeda, Boko-Haram o los Hermanos Musulmanes; ideologías radicales que intentan romper estos lazos y estos acercamientos. Pasa lo mismo en algunos países europeos, con la intolerancia con respecto a la aceptación del otro, que hace que surjan ideologías radicales que rompen el diálogo y el acercamiento y la integración.

–En ese sentido, ¿la cultura de la paz está hoy en retroceso?

–En los últimos cinco años nosotros contamos con casi cien países en el Consejo Global, eso indica que hay muchos países que están interesados en promover este tipo de cultura de la paz que favorece la convivencia, el diálogo y la igualdad. Otra prueba de ello es que el Consejo Global tiene dos órganos: el Parlamento Internacional y la Asamblea General. El Parlamento Internacional cada mes tiene un miembro más, eso indica que la cultura de la paz va en aumento. La Asamblea General cada mes está firmando un memorándum y un acuerdo, convenio con organismos internacionales como hemos hecho en Málaga con Cifal-Unitar.

–Pero socialmente, ¿hay un retroceso o pérdida de tolerancia? En Europa estos días se habla de los riesgos para la convivencia por el auge de la extrema derecha.

–Socialmente sigue existiendo la intolerancia y en los países europeos se está notando últimamente mucho con el avance y subida de lo que es la ultraderecha política. La ultraderecha en general, en los países árabes también, se nutre de la intolerancia para ganar votos. Políticamente, la ultraderecha es la primera culpable de las sociedades intolerantes y esto es preocupante. Esa situación es la que el Consejo Global trata de corregir, buscando rectificar estos planteamientos y discursos que alientan la intolerancia; somos un antídoto contra la intolerancia.

-Usted preside el Foro por la Paz de París, ¿cómo analiza una situación como la que hay en Europa con la guerra en Ucrania?

–Desde el Consejo Global llamamos a evitar las escaladas militares y de cualquier tipo y apelamos a la diplomacia para resolver cualquier diferencia o conflicto. La guerra de Ucrania es una guerra que tiene diferentes dimensiones. No es una guerra en la que participan dos partes, no es una guerra bilateral, sino una guerra entre Rusia y Occidente. Rusia debe retirarse del territorio ucraniano y volver al diálogo para dar una solución diplomática al conflicto.

–Desde su organización se colabora con entidades educativas y universitarias. En ese sentido, ¿en qué están trabajando en España en general y en Málaga en particular?

–Nos hemos reunido con más de 45 universidades de todo el mundo y hemos elaborado un programa de estudios, un máster sobre paz y tolerancia y el doctorado. Antes de la pandemia teníamos planeado trabajar con el Ayuntamiento de Málaga y la Universidad de Málaga para introducir este tipo de estudios sobre la paz y la tolerancia en una de las cátedras de la Universidad pero no pudimos hacerlo por la pandemia. Ahora retomamos otra vez y nos vamos a reunir con el alcalde y el rector para retomar este tema y tener este programa dentro de una universidad española en general y la malagueña en particular. La educación es una de las herramientas más importantes del Consejo Global. Queremos promover la paz desde la educación. Asimismo, desde el Consejo Global valoramos muchos el trabajo y la implicación de España en Oriente Medio y el norte de África en la defensa de la paz y la tolerancia y la convivencia. En ese sentido, vamos a apoyar la candidatura de Málaga para la Expo de 2027 porque es una buena candidatura.