La demanda de ciudadanos y familias suecas para comprar viviendas en Málaga está viviendo en lo que va de año un boom sin precedentes. La ... provincia está de moda y ello se refleja en las cifras del sector inmobiliario, que ya superan no sólo las del fatídico 2020, sino incluso las de 2019, que sí fue bueno. Así lo ponen de relieve las cifras aportadas por Fastighetsbyran, que es la vez el principal banco y la mayor inmobiliaria de Suecia, y que acaba de mudarse a unas nuevas instalaciones en el Centro de Málaga, junto al mercado de Atarazanas.
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«2021 está siendo un año fantástico, si no hubiera sido por las malas cifras de enero, febrero y marzo, todo el año podría haber sido de récord; hemos tenido el mejor mes de junio y septiembre desde que comenzamos, en 2008». Así lo anuncia Sarah Severin, responsable de la franquicia malagueña de la compañía, y explica que al comparar las cifras actuales con las 2019 (porque 2020 fue un año tan extraño que no funciona estadísticamente) ha habido «más del doble de acuerdos y los ingresos por comisiones han aumentado en un 150%».
Frente al récord anterior, que se produjo en junio de 2017, este 2021 se han firmado un 14% más de transacciones y los ingresos por comisiones han aumentado en un 16%. «Ayudamos a 89 familias a encontrar su hogar en junio, con un valor total de 22.960.000 euros» (esto es, un promedio de más de 258.000 euros). También han firmado su mejor mes de septiembre, cuando «103 familias encontraron su hogar con nosotros, el doble que en 2020 y 33 más que en 2019». Sarah Severin añade: «El interés es más alto que nunca y esperamos que tanto noviembre como diciembre puedan convertirse en nuevos récords».
La inmobiliaria tiene una cartera de clientes internacionales, de los que la mitad son suecos, «que vienen a nosotros porque conocen la marca y acuden por la confianza y las facilidades de financiación» (la empresa es a la vez banco e inmobiliaria). La otra mitad son de otras nacionalidades europeas, algunos españoles y ciudadanos de Estados Unidos y Canadá, principalmente.
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Fastighetsbyran está presente en Málaga, Torremolinos y Alhaurín de la Torre, que es donde se han contabilizado estas operaciones. La tipología de la vivienda más demandada tiene terraza o jardín, un tamaño medio de dos dormitorios y un precio de venta de unos 300.000 euros. El problema, según Severin, es que hay escasez de pisos y casas disponibles. «Ahora estamos buscando producto, tenemos muchísima demanda pero muy pocas viviendas para vender, hay propietarios que quieren esperar porque creen que va a subir, pero este es el momento perfecto para vender».
Los suecos están invirtiendo masivamente en las costas de España y Portugal, donde se están registrando este año las mayores cifras de la historia. «Antes la gente tenían una casita en el campo en Suecia, pero ahora quieren buscar ante todo sol, por eso compran en España. Es algo habitual, no sólo de personas con mucho dinero, las familias con dos hijos entre 30 y 40 años también están comprando». El Covid ha multiplicado las búsquedas de segundas residencias para teletrabajar desde Málaga; mientras que los que tenían sus propiedades en zonas más lejanas ahora quieren estar más cerca, dentro de Europa.
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