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«Todos los amigos de mi hija, que cumplen este año los 15, lo han pedido como regalo de Reyes o como premio por las ... buenas notas; es una fiebre». Es el testimonio de Laura, una madre del Limonar que también ha recibido una 'carta' con el mismo contenido y que ilustra una realidad que ha pillado por sorpresa incluso a los fabricantes y a los empresarios. La venta de los llamados popularmente «minicoches» (coches sin carné o cuadriciclos ligeros, en su denominación oficial) se ha disparado este año en Málaga. Y no sólo eso: es que la provincia es la tercera de España con más matriculaciones, y supera a otras con una población mayor, caso de Valencia y Sevilla.
Las matriculaciones han crecido en 2021 un 72,5%, hasta las 226 unidades, según los datos de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) que gestiona este segmento, dado que en cuanto a motor son vehículos similares a los ciclomotores. Málaga supone el 30% de todo el mercado andaluz y sólo Madrid y Barcelona la superan en ventas. A nivel nacional, el mercado de la Costa del Sol supone casi el 7%.
Entre las causas de este boom aparecen, de una parte, la tradición familiar (motivada por el buen tiempo) de comprar ciclomotores a los adolescentes para sus desplazamientos. Y esto se une ahora al hecho de que muchos intentan evitar el transporte público por miedo a los contagios; y a que los mincoches son más seguros frente a los accidentes que las motos.
Miguel Rebolledo, distribuidor de la marca Aixam para Málaga, Cádiz y Sevilla, reconoce que los buenos resultados de ventas han dejado descolocado al sector. «Nos sorprende mucho, después de la pandemia las ventas se han disparado muy por encima de 2019, y Málaga es una de las primeras provincias de España». Consultado sobre las causas, apunta al temor al coronavirus: «La gente prefiere tener su propio coche para evitar el transporte público».
Además, el perfil sociológico ha cambiado radicalmente. Si antes se vendía sobre todo a personas a partir 40 años que no habían obtenido el carné de conducir, ahora es un público más gente joven, entre 15 y 18 años (la edad mínima para poder llevarlos), el que está tirando hacia arriba de las ventas en ese sector. «Primero se vio la tendencia en las grandes capitales europeas y luego ha entrado en Málaga».
El empresario admite que en estas fechas se está notando mucho el incremento, especialmente este año. «En vez de regalarle a su hijo una moto, las familias prefieren que vaya en un coche». Pero hay que advertir de que estos vehículos no son aptos para cualquier bolsillo, con precios desde 9.500 a 17.500 euros, esto es, similares a los de un turismo utilitario convencional. En este punto, Rebolledo explica que las unidades se ensamblan a mano, no están robotizados como las cadenas de producción de los automóviles, y eso encarece mucho el precio. «Estas navidades se ha notado, entre los meses de noviembre y diciembre ha habido un aumento de ventas muy grande, que nos ha sorprendido, está siendo un regalo estrella para los Reyes; muchos padres los están comprado para sus hijos adolescentes porque son más seguros que las motos».
José María Riaño, secretario general de la patronal Anesdor, admite sin lugar a dudas que los minicoches son uno de los segmentos de la automoción española de mayor crecimiento en 2021, y se felicita por el hecho de que este tipo de vehículos son cada vez menos contaminantes. «En los últimos años, muchos fabricantes han aumentado la oferta de producto y parte de él es ya eléctrico, están siendo una puerta de entrada para la electromovilidad en España».
«Están demostrando ser un elemento de movilidad importante para varios nichos de mercado, como los jóvenes que residen en zonas urbanas y las personas de mayor edad, en entornos rurales entre otros. En España el crecimiento del este mercado ha sido del 60%, una cifra que se eleva por encima del 70% en el caso de Málaga».
A nivel general, 2021 ha sido un buen año para el sector de las motos y los ciclomotores, a los que ahora se suman los nuevos formatos como triciclos y cuadriciclos. A nivel nacional, el crecimiento ha sido del entorno al 6%, «en unas circunstancias complejas como consecuencia de la pandemia y de los problemas logísticos y de componentes a nivel internacional», explica el experto. Pero es que, nuevamente, en el caso de Málaga ha sido «un año excepcional», con un crecimiento por encima del 20%. De ahí que la provincia sea ya la tercera de España en matriculaciones de motos y vehículos ligeros, tras Barcelona y Madrid, después de adelantar a Valencia, que históricamente había ocupado ese puesto.
En números redondos, el año pasado se pusieron en circulación 8.818 motocicletas y 753 ciclomotores, a los que se suman 567 vehículos con tres o cuatro ruedas pero de cilindrada superior a 125 centímetros cúbicos (una subida del 85%); y los citados 226 minicoches.
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