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¿Seguirán subiendo los combustibles? ¿Se impondrá el coche eléctrico o será una nueva tecnología, como el hidrógeno? Son muchos los ciudadanos y empresarios que se hacen esta misma pregunta cuando llega el momento de cambiar de coche o renovar la flota; pero también asaltan ... las dudas sobre el futuro de la economía a la hora de invertir en otros bienes y equipos como oficinas, transportes (camiones y furgonetas); ofimática (impresoras); artes gráficas, material médico, etc. La vía de escape que muchos están encontrando es el pago por uso con un determinado marco temporal, que es, básicamente, lo que ofrecen fórmulas como el renting y el leasing.
Tanto es así que este tipo de contratos han crecido por encima del 20% en el último año en la provincia, que es la segunda de Andalucía con un mayor mercado. Así se ha puesto de relieve hoy en la capital malagueña, que ha acogido la 54ª asamblea nacional de la Asociación Española de Leasing y Renting (AELR), unas jornadas profesionales que han reunido a los mayores especialistas de ambos sectores económicos.
El renting supone pagar una cuota que lo incluye todo (seguro, mantenimiento, etc). «Con la incertidumbre que existe acerca de qué tipo de propulsión van a tener los coches y camiones, qué va a pasar con las baterías, estamos viendo crecimientos espectaculares, comparado con el resto del sector», explica José Coronel de Palma, presidente de la Asociación Española de Leasing y Renting. Incluso apunta al temor que existe a que las grandes ciudades prohiban los diesel en algunas zonas.
De ahí que buena parte de las matriculaciones de camiones y autobuses se esté haciendo por esta vía; mientras que en automoción se abre paso con fuerza entre los particulares. «Es un producto muy atractivo, en el que el usuario sabe qué coste va a tener, con mensualidades muy ajustadas; cada vez es más atractivo porque te olvidas de todo». De esta forma, añade, se evita la inquietud sobre el futuro de los motores.
La inversión a nivel nacional en renting creció hasta los 2.249 millones de euros en 2021, lo que supone un incremento del 20,25% con respecto al año anterior. Dentro de este ámbito cabe destacar la inversión en maquinaria de producción industrial, la informática y la maquinaria de obras públicas.
En cuanto a la automoción, se firmaron 253.645 operaciones, un 21% más que en el año anterior. Estas cifras significan que más de 2 de cada 10 vehículos que se matricularon en España el año pasado lo fueron por esta vía. Por segmentos, el renting de turismos aumentó el 22,4%, hasta 203.675 operaciones. También se pusieron en circulación 35.237 furgonetas (20,5% más); 9.767 todoterrenos y 2.841 camiones, con un aumento del 32%.
Por tipos de propulsión, 119.383 vehículos fueron diesel, lo que representó el 47,1% del total adquirido mediante renting, mientras que los vehículos a gasolina fueron 125.204, el 49,4%. Los coches eléctricos, a gas licuado de petróleo y a gas natural comprimido representaron conjuntamente el 3,5% del total, con 8.804 unidades. Dentro de este capítulo, los eléctricos fueron los más vendidos (5.721) y representaron el 2,3%.
En lo que respecta al leasing, Sevilla supuso el 26,8% (211 millones de euros) del mercado andaluz; seguida de Málaga, con el 15,2% (120 millones) y Granada (15,1% y 119 millones). La Costa del Sol también genera casi un 1,7% del total de la inversión nacional, con un crecimiento del 22,7% en 2021. Las empresas españolas invirtieron 7.165 millones de euros en financiar operaciones por esta vía el año pasado, lo que supuso un crecimiento del 33% con respecto al año anterior.
Por negocios, la inversión destinada a bienes muebles e inmuebles creció a niveles similares, por encima del 30%. El plazo medio de duración de los contratos fue de 56 meses, y en esto no ha habido variación. En cuanto al ratio de morosidad, se situó en el 3,7%, un punto superior al del ejercicio precedente.
Si Málaga estuvo el año pasado un poco por debajo de la media nacional es a causa de que un gran porcentaje de las operaciones que se hacen por leasing está destinado al mundo hotelero, «y durante el periodo del Covid muchas inversiones se han paralizado». En contraste, Coronel de Palma pone de relieve que la provincia atrae cada vez más inversiones de multinacionales, lo que se manifiesta en nuevos contratos de leasing dentro del sector turístico, pero también en automoción particular y profesional, y en obra pública.
El leasing y el renting son dos opciones diferentes que a menudo se confunden. El primero es un producto financiero que tiene ventajas fiscales (financia el 100% de la compra y el IVA) pero donde la responsabilidad de mantenimiento, averías, etc es del titular. Pasado el plazo pactado, se puede devolver el equipo o el coche, o bien adquirirlo por un valor residual. Mientras, el renting es un servicio: es un alquiler que incluye reparaciones, seguro, etc. O lo que es lo mismo: un pago por uso.
El concepto ha costado hasta que se ha asentado entre los ciudadanos, en comparación con los países centroeuropeos, por la fuerte cultura española de la propiedad, «pero la gente se está volcando cada vez más, tanto por la incertidumbre como porque hay grandes ofertas».
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