La subida del combustible y del AVE disparan los viajes en coches compartidos este verano en Málaga

Las principales ciudades conectadas con Málaga son Granada, Marbella, Sevilla, Madrid y Córdoba. La distancia media del recorrido es de 256 kilómetros y el precio del viaje ronda los 13 euros, siempre según estas fuentes.

En el caso concreto del trayecto Madrid-Málaga (que es el que se puede vincular con el alto coste del AVE) en este periodo se han producido 5.000 viajes, lo que supone un incremento del 10%. Esta cifra tiene en cuenta sólo a quienes van desde una capital a la otra.

A pesar del fuerte aumento, este último dato no hace justicia al escenario real, pues cada vez son más los viajes que se producen entre municipios (por ejemplo, de Torremolinos a Parla) y por tanto no constan en esta estadística de capitales. El 85% de los pueblos de la provincia han sido origen o destino de viajes compartidos en el último mes.

A nivel andaluz, en el último año se han conectado más del 95% de sus localidades. Ello ha sido posible gracias a la llamada «tecnología 'Boost'», que permite establecer conexiones intermedias en las rutas. Así, un coche que circule de Málaga a Granada en el que ya van un conductor y un acompañante, puede hacer una parada para recoger en Antequera y seguir viaje hasta el mismo destino u otro municipio intermedio, que le pille de camino.

Este sistema mejora la eficiencia de las conexiones punto a punto, con el foco puesto en el beneficio para los vecinos de las pequeñas localidades. Para ello, también son clave las buenas conexiones que en general existen por carretera, incluso para acceder a núcleos aislados del interior.

Ya sea por cuestiones económicas (por el mayor impacto de la subida del combustible); o por la importante movilidad interna entre provincias, que están alejadas entre sí y con una fuerte dependencia del coche, el caso es que Andalucía es una referencia nacional cuando se habla de la movilidad compartida. En la región se ha recuperado la actividad prepandemia más rápido que en el resto de España. A nivel nacional ha crecido un 40%, mientras que en Andalucía ha sido del 69%. Además, es la comunidad con más adhesiones a la plataforma (dos de los siete millones de usuarios españoles son andaluces). Málaga es la segunda provincia, con 440.000 personas dadas de alta.

Itziar García, directora de comunicación y relaciones institucionales de Blablacar para España y Portugal, llama la atención por el hecho de que el incremento más pronunciado se produce en el movimiento entre localidades y no tanto entre grandes urbes. «Nuestro objetivo como compañía es que no haya asientos vacíos cuando se viaja, y por eso hace ya tres años pusimos el foco en herramientas tecnológicas que incrementan la ocupación mediante el empleo de algoritmos de inteligencia artificial».

«Lo que pretendemos es conectar a localidades que están de camino en una determinada ruta, de forma que para el conductor incrementa la posibilidad de ahorro, con la subida del precio de la gasolina; y para el pasajero supone no tener que viajar a una capital para ir a otra y de ahí al pueblo de destino, sino que va directamente desde el punto A al punto B».

A todo ello, se suma el hecho de que el vehículo compartido ha dejado de ser considerada una movilidad exclusivamente «de estudiantes» y de personas jóvenes, sino que se ha ampliado a personas de mayor edad y con una situación económica y profesional más variopinta.

«La situación ha cambiado mucho, ahora mismo la edad media está en torno a los 34 años, y una tercera parte de los usuarios tiene más de 35 años, con un perfil muchísimo más heterogéneo de lo que era al principio».

En el caso de Málaga y la Costa del Sol, por su atractivo turístico, además existe un porcentaje alto de visitantes que utiliza esta modalidad de transporte para hacer escapadas a provincias cercanas como Granada, Sevilla, Cádiz y Córdoba.