La profesora granadina y sus compañeros de viaje coreanos, en Málaga justo antes de salir hacia la ciudad de la Alhambra. migue fernández

«Comparto los viajes a Granada y me ahorro la mitad del gasoil»

La profesora granadina Rocío Ruiz, que este curso trabaja en el colegio Ricardo León de Portada Alta, en Málaga, cuenta su experiencia como nueva usuaria de Blablacar

Ignacio Lillo

Málaga

Domingo, 27 de marzo 2022, 01:31

La cita es el jueves a las 14.00 horas frente al colegio Ricardo León de Portada Alta, en Málaga capital, donde Rocío Ruiz es maestra de Primaria. Ella conduce y pone su coche; le acompañan Chus y Lucas, dos jóvenes estudiantes coreanos. Juntos viajarán ... a Granada: ella tiene allí a su familia, desde donde va y viene por trabajo a Málaga cada día, de lunes a viernes. Ellos, por turismo: ya ha sacado las entradas para ver la Alhambra. La calima que cubre el coche les llama la atención: «Es arena del desierto del Sahara que llega con el viento», les explican.

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Los tres han contactado a través de Blablacar, plataforma que se ha convertido en la tabla de salvación de la docente granadina. «Estoy destinada en Málaga hasta nuevo aviso y espero quedarme todo el curso». Pero Rocío Ruiz tiene dos hijos, niño y niña: «Quedarme a vivir en Málaga, estando tan cerca, me daba mucha pena por separarme de mi familia, y preferí gastármelo en el coche y no tener que alquilar un piso». El horario no es problema, pues sale a las 14.00 horas y llega a su casa para comer, aunque sea tarde.

Pero el encarecimiento del combustible ha supuesto un problema en su planificación: «He pasado de llenar por unos 50 euros a más de 70, y gasto un depósito y medio cada semana». Total, de 100 a 120 euros a la semana en gasóleo. «Es un atraco, o esto se baja o será inasumible para muchas personas, y no tengo más remedio que venir a trabajar todos los días, con un sobrecoste que se suma a la de la luz y el gas... Estamos todos un poco asfixiados por las subidas».

La profesora ya conocía Blablacar, pero nunca lo había utilizado porque realmente no lo necesitaba. «Cuando me destinaron aquí en septiembre me descargué la aplicación pero iba y venía bien sola y pasé». Pero unas compañeras del colegio que también viven fuera (en Motril y Arahal) y lo usan se lo recomendaron. «Eso me dio confianza y tuve mis primeros pasajeros este lunes» (el 21 de marzo, apenas cuatro días antes de la entrevista).

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Ese primer día tuvo a dos acompañantes: un estudiante de Erasmus y una viajera que está recorriendo España; el martes a una joven médica que está tanteando hospitales para hacer el Mir; y el jueves, los dos jóvenes coreanos. «Me salen viajeros prácticamente a diario, ofrezco como máximo dos plazas, porque tengo la sillita de mi peque y es mucho trastorno ponerla y quitarla». Además, admite que con dos pasajeros ya es suficiente para cuadrar sus cuentas.

Aunque no llega a pagar todo el coste del trayecto, con esta fórmula espera obtener ingresos para llenar la mitad del depósito, «y con eso ya me doy por muy contenta; no pretendo que nadie me pague mis gastos, sólo busco una ayuda para solventar esta subida del gasoil». Además, ha decidido no compartir el trayecto matinal, desde su casa en Granada: «A primera hora tengo que dejar a mis hijos en el aula matinal y me supone mucho estrés; prefiero venir sola y luego a mediodía, que los niños están con su padre, es más sencillo quedar para compartir».

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Viajar en compañía

Junto al ahorro económico, que fue la razón inicial para subirse a la movilidad compartida, asegura que ahora el viaje se le hace «súper corto». «Ahora es más ameno, vas hablando, conoces gente, la experiencia es muy positiva; tardo lo mismo pero voy acompañada, y eso me ayuda, porque voy más cansada después de haber madrugado mucho y de toda la mañana trabajando. Ahora me digo: '¿Y por qué no lo hice antes?'». Por tanto, reitera, aunque económicamente viene muy bien, sobre todo agradece la compañía.

En cuanto a los acompañantes en este trayecto, Chus y Lucas tienen 24 años y son dos amigos del colegio en Corea que han quedado en Málaga. El primero vive en Estados Unidos, y está viajando por Andalucía; mientras que el segundo está estudiando un Erasmus en la Universidad de Málaga (UMA), con una doble faceta; microbiología y economía. «Sé que es raro, pero mi carrera es una mezcla y por eso estudio ambas cosas».

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Precisamente, este trayecto, entre Málaga y Granada, es uno de los más demandados en Blablacar, tanto por trabajadores que se desplazan entre ambas ciudades, caso de la profesora Rocío Ruiz; como por los numerosos turistas que hacen rutas turísticas, y generalmente eligen como siguiente destino la ciudad de la Alhambra, después de aterrizar en el Aeropuerto de Málaga y pasar unos días en la ciudad o en la Costa del Sol. De ahí que el trayecto medio de los usuarios malagueños de este servicio (155 kilómetros) prácticamente coincide con el del viaje entre ambas urbes (unos 127 kilómetros). Otros destinos muy demandados dentro de Andalucía son Sevilla y Córdoba, por las mismas razones.

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