Un coche atropella a Miguel Solís, el ciclista malagueño que completó un 'Everesting' en la Fuente de la Reina

Miguel Solís, el ciclista malagueño que acaba de convertirse en el primer ciclista en completar un 'Everesting' en la Fuente de la Reina, ha sido atropellado por un coche cuando volvía de una ruta de entrenamiento que le había llevado hasta Castell de Ferro. Precisamente, Solís se había propuesto realizar el reto que consiste en acumular en un mismo puerto y en una misma salida la altura del Monte Everest (8.848 metros) para concienciar sobre el riesgo que padecen los ciclistas en la carretera. Ahora, él mismo ha vuelto a ser víctima de un atropello. Hace un año, ya sufrió un percance similar durante una salida de entrenamiento.

Los hechos ocurrieron el martes, en Vélez-Málaga. Según relata Solís a este periódico, un coche que estaba aparcado en la acera se incorporó a la carretera justo en el momento en el que él pasaba el vehículo en paralelo. Aunque trató de abrirse para esquivar el impacto, el conductor le sorprendió con una maniobra ilegal, ya que giró 180 grados para incorporarse al otro sentido. El ciclista impactó con el capó y salió despedido.

«Mientras iba en el aire ya pensé que esto no puede ser. Otra vez, no… Enseguida supe que tenía algo roto. Lo que más me dolían eran las piernas. Imagino que el vehículo me impactó contra la potencia de la bicicleta. Cuando moví el hombro noté como me crujía. El conductor era un hombre mayor, extranjero», recuerda. Solís fue trasladado al hospital comarcal de Vélez-Málaga, donde las radiografías que se le realizaron revelaron una clavícula fracturada y varias costillas afectadas, al margen de numerosas magulladuras que se reparten por todo el cuerpo y su rostro.

En estos momentos, Solís está a la espera de que se le realicen este viernes las pruebas correspondientes a la anestesia para ser intervenido, la semana que viene, por la fractura en la clavícula «Me han dicho que no es una fractura limpia, por lo que hay que operar para que el hueso pueda soldar bien».

«Percances como el mío demuestran que el ciclismo es un deporte de riesgo», manifiesta para insistir en que aún queda mucho trabajo por hacer para concienciar a los conductores que circulan por las carreteras y que conviven con los aficionados a las dos ruedas, que tienen en la provincia de Málaga, tanto por el clima como por la orografía, un sitio idílico para la práctica de este deporte.

Aunque Solís reconoce que ahora se encuentra «muy fastidiado», señala que está deseando subirse de nuevo a la bicicleta. Si todo sale bien, estima, su regreso será en un plazo entre cuatro y seis semanas.

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