La planta embotelladora de Coca-Cola en Málaga cerrará después de sesenta años de historia

Coca-Cola European Partners ha anunciado hoy que cerrará su planta embotelladora de Málaga, que justamente el próximo 7 de noviembre cumplirá seis décadas de historia. La actividad que hasta ahora viene realizando esta emblemática fábrica, centrada en el envasado de productos para el canal 'horeca', se trasladará a la fábrica de La Rinconada (provincia de Sevilla), que según anunció la compañía hace unos meses va a ser ampliada merced a inversiones por valor de más de 44 millones de euros.

La compañía ha informado hoy al comité de empresa de Málaga de su decisión de cerrar este centro de trabajo. La empresa ha manifestado su deseo de mantener el nivel de empleo en Andalucía y de abrir un proceso de negociación con los representantes del personal. Parte de la plantilla de Coca-Cola European Partners en Málaga, formada por 77 trabajadores, podrá reubicarse en la planta de La Rinconada. También se prevé que se produzcan salidas, algunas de ellas en forma de prejubilaciones.

En 2014, Málaga se libró de la oleada de cierres de fábricas ejecutados por la embotelladora de Coca-Cola en España, que sí afectó a las de Fuenlabrada (Madrid), Alicante, Palma y Colloto (Asturias). Aquel año la compañía presentó un ERE para 1.500 trabajadores que, después de un sonoro conflicto laboral, llegó a los tribunales y fue anulado por el Tribunal Supremo al año siguiente.

Coca-Cola European Partners es fruto de la fusión de las tres principales empresas embotelladoras de Coca-Cola en Europa, entre ellas la española Coca-Cola Iberian Partners, que a su vez fue fruto de la unión de siete empresas diferentes (entre las cuales estaba la andaluza Rendelsur, que era la que controlaba la planta malagueña).

La planta embotelladora de Málaga está centrada en productos de cristal y 'bag in box' (envases formados por una caja y una bolsa) enfocados al canal de hostelería. Su plantilla ha ido reduciéndose en los últimos años: en 2014 contaba con 140 trabajadores que a día de hoy son 77. También lo ha hecho su nivel de actividad, a la vez que Sevilla iba absorbiendo más trabajo. En 2019, la producción de Sevilla alcanzó los 130 millones de cajas unidad, mientras que la de Málaga fue de 20 millones de cajas.

La justificación que da la empresa para esta decisión de cerrar su histórica planta embotelladora de la Costa del Sol es su estrategia de concentrar la producción en fábricas más modernas y grandes que sean capaces de producir todo su portfolio de productos, tengan mayor flexibilidad y aprovechen las economías de escala.