¿Dónde van tus vecinos durante el estado de alarma?

En un día normal, antes de que un diminuto virus obligara a acuartelarse a casi la mitad de la población mundial, más de 20.000 personas llegadas de otros barrios o municipios se concentraban en el Centro de Málaga en horario de trabajo. El casco histórico es –o más bien era–, junto con el polígono Guadalhorce y el PTA, los grandes focos de actividad laboral de la ciudad: cada una de estas zonas recibía dos decenas de millares de trabajadores diariamente. El 14 de marzo esta realidad cambió radicalmente. Desde entonces, la afluencia al Centro se ha reducido un 75%, hasta quedarse en apenas 5.000 personas. Sin bares, restaurantes, tiendas ni hoteles abiertos, las calles otrora más bulliciosas de la ciudad son ahora las más desoladas. Además, los residentes en esta zona son los que menos se mueven: sólo el 7,4% sale de allí. Tiene su lógica: el porcentaje de vecinos mayores de 65 años es de los más altos de la ciudad y, por tanto, hay menos gente que se desplaza para trabajar.

El Polígono Guadalhorce, siendo la zona de Málaga que más movimiento retiene (6.300 visitantes diarios), ha caído un 70%. Y Campanillas, que engloba al PTA, recibe ahora 4.400 personas de las 18.500 que congregaba (un 76% menos). Curiosamente, a la tecnópolis se desplaza ahora menos gente que a un barrio sin actividad industrial ni comercial como La Palmilla, que es el que alcanza la mayor tasa de movilidad ciudadana de toda la ciudad en pleno estado de alarma. El 15% de los habitantes de este distrito salen de él diariamente con destino a otras zonas de la capital. Pero lo que resulta más chocante es que 4.400 personas residentes en otros barrios hacen el camino inverso, desplazándose cada día a La Palmilla. Parte de estos movimientos pueden vincularse a la llamada economía informal. De hecho, la policía ha tenido que reforzar el patrullaje en esta y otras zonas relacionadas tradicionalmente con la venta de droga y objetos robados y desechados ante la frecuente presencia de gente en sus calles, en especial por las noches.

Aparte de estas excepciones, puede decirse que el confinamiento de la población, el cierre de comercios, bares y demás negocios abiertos al público, el teletrabajo y demás medidas enfocadas a minimizar el movimiento de la población están cumpliendo su objetivo en Málaga: nueve de cada diez ciudadanos no se mueven de su área de residencia. Y no lo dicen ellos: lo dice la geolocalización de sus teléfonos móviles. El Instituto Nacional de Estadística (INE) lleva analizando durante el estado de alarma la posición de más del 80% de los teléfonos móviles en toda España gracias a los datos anonimizados suministrados por los tres principales operadores (Orange, Telefónica y Vodafone).

El objetivo del estudio DATACovid es estimar cuántas personas dejan sus hogares en horario de trabajo en estos días, así como a qué áreas se desplazan, y compararlo con el escenario prepandemia. No es una herramienta diseñada para detectar si se incumple el confinamiento, sino para conocer cómo evoluciona la movilidad y mejorar así la toma de decisiones en la gestión de la emergencia sanitaria. Sólo se analizan los movimientos entre las 10 y las 16 horas y, a efectos del estudio, se considera que una persona sale de su área de residencia cuando permanece por lo menos dos horas fuera. Por eso lo que se recogen son fundamentalmente movimientos relacionados con el trabajo.

Según este estudio, el miércoles 15 de abril más del 91% de los habitantes de los municipios de la provincia y el 89% de los de la capital no se movieron de su área de residencia. Antes de la alerta sanitaria, la media de ciudadanos que se desplazaban diariamente era de entre un 20 y un 30% dependiendo del tipo de área: en las zonas residenciales, el área metropolitana de Málaga y los municipios de segunda línea de costa la movilidad es más alta porque la gente se desplaza a otras zonas para trabajar.

Ronda es el municipio de la provincia donde más se ha frenado la movilidad ciudadana, a juzgar por el estudio DATACovid: sólo el 2,7% de sus vecinos se mueven de su área de residencia. Claro que antes del confinamiento la movilidad ya era baja en esta localidad, del 6,7%. Nerja, Antequera y Torremolinos son los otros municipios donde más ha caído el movimiento. Por contra, los que más desplazamientos siguen haciendo son los vecinos de los municipios limítrofes con Marbella, empezando por Benahavís (el 16,5% de sus residentes salen) y siguiendo por Ojén e Istán (16,2%), Casares (14,3%) y Estepona (14,3%).

El estudio del INE también refleja cómo se han desplomado los desplazamientos en horario laboral a las zonas hoteleras y comerciales de Marbella, Mijas, Fuengirola y Benalmádena. Por ejemplo, Puerto Banús y Nueva Andalucía antes recibían a 16.239 personas al día, que ahora no llegan a 5.000.