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El pacto de Cassá con PP y Cs en Diputación aleja la moción de censura en la capital

El pacto de Cassá con PP y Cs en Diputación aleja la moción de censura en la capital

El diputado no adscrito asumirá Relaciones Institucionales mientras Cs guarda silencio

Viernes, 19 de junio 2020, 10:35

Cuentan que fue el filósofo griego Aristóteles quien allá por el siglo cuarto antes de Cristo definió la política como el arte de lo posible. Una sentencia que se ajusta como anillo al dedo a la operación impulsada por el PP para lograr dar estabilidad política al Ayuntamiento de Málaga –donde gobierna en minoría con Ciudadanos– y alejar una posible moción de censura mediante una maniobra en la Diputación consistente en mantener al díscolo Juan Cassá (también edil en la capital) como portavoz del cogobierno de populares y liberales en la institución provincial, a pesar de que el asturiano abandonó hace poco más de un mes la formación naranja, y asumiendo nuevas responsabilidades al situarse al frente de Relaciones Institucionales.

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, anunció este viernes, a preguntas de SUR, que Cassá, cuyo voto es decisivo en el Ayuntamiento, mantendrá prácticamente las mismas responsabilidades que tenía en la institución provincial cuando era integrante de Ciudadanos y que en los próximos días se firmará el acuerdo y el decreto para darle el trámite jurídico y administrativo correspondiente para que continúe como portavoz del gobierno (hasta ahora se denominaba portavoz del cogobierno) y asuma Relaciones Institucionales, responsabilidad que hasta el momento tenía la vicepresidenta tercera, Francisca Caracuel. Un cargo para estar en contacto con la presidencia de la institución y con los alcaldes de la provincia y que crea una situación política entre insólita y curiosa ya que será la voz de un gobierno donde está el partido que abandonó.

En la Diputación no era necesario contar con la participación de Juan Cassá para dar estabilidad ya que el PP y Ciudadanos –grupo formado ahora por un único diputado, el vicepresidente primero, Juan Carlos Maldonado– sumaban los 16 diputados que dan la mayoría absoluta. Preguntado por ello, Francisco Salado argumentó que la institución provincial «tiene que ser fuerte y estar consolidada con la máxima seguridad desde el punto de vista político y la estabilidad es fundamental para que un gobierno avance».

A pesar de que no les ha gustado, en la formación naranja aceptan, de momento, este movimiento político

«En política puede ocurrir de todo y mientras más amplio sea y más manos haya para sacar la provincia adelante, mucho mejor», recalcó Salado, quien añadió que si este acuerdo en la Diputación contribuye a dar estabilidad al gobierno de Francisco de la Torre en la capital, «miel sobre hojuelas». Y es que a nadie escapa que detrás de este movimiento político se buscaba neutralizar una posible moción de censura auspiciada por el PSOE y Adelante Málaga con el concurso de Cassá contra el alcalde de la ciudad y que se calmen las aguas políticas en la Casona del Parque.

Preguntado sobre cómo se tomará el asunto su socio de gobierno, Ciudadanos, el presidente de la Diputación no entró en el tema y se limitó a decir que la relación de Cassá con los liberales era «un tema doméstico».

Por su parte, la formación naranja guarda silencio ante los acontecimientos. Ni la dirección provincial ni Juan Carlos Maldonado se quisieron pronunciar ayer para valorar un movimiento político del que han estado ajenos. Según fuentes consultadas, parte de las negociaciones se han llevado a nivel autonómico entre Elías Bendodo, presidente del PP de Málaga, y Juan Marín, líder de la formación naranja en Andalucía, –ambos forman parte del gobierno en la Junta– para que la operación saliera adelante.

Preguntado por este periódico sobre si Ciudadanos había puesto algún reparo al acuerdo con Cassá, Bendodo respondió: «Todo en orden; todo perfecto». Añadió que la formación naranja, al igual que el PP, es «un partido de sentido común».

Sorpresa

La noticia de que Cassá seguirá como portavoz y al frente de Relaciones Institucionales cogió por sorpresa a gran parte de Ciudadanos y generó malestar entre las bases y cargos públicos de la formación. Tampoco gustó a la dirección nacional, según fuentes consultadas, que insisten en que Cassá debería entregar al partido su acta en el Ayuntamiento y la Diputación.

Sea como fuere, Ciudadanos queda en una posición complicada. En su momento ya se opuso a que Cassá asumiera responsabilidades de gobierno en la Casona del Parque y, de momento, parece que lo acepta en la Diputación. Por otro lado y paralelamente, este movimiento le da estabilidad a su cogobierno en el Ayuntamiento de la capital donde la edil naranja Noelia Losada forma parte del equipo del regidor.

Mientras tanto, Juan Cassá sigue sin hacer declaraciones públicas tras conseguir mantener, con sus responsabilidades de gobierno en la Diputación, el sueldo de 71.932 euros anuales que percibe de la institución provincial y que era una de sus reivindicaciones en las negociaciones –a esta cantidad se une lo que percibe del Ayuntamiento por asistencia a plenos (500 euros) y comisiones (250), lo que podría sumar unos 18.000 euros al año–. Queda por definir si podrá tener asesores para poder contar con alguno de sus más estrechos colaboradores para desarrollar sus funciones.

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