Ni paz, ni amor, ni buenos deseos. El último pleno del año en la Diputación de Málaga –que se celebró este martes por la mañana de forma telemática– se saldó con un duro rifirrafe entre el diputado no adscrito, Juan Cassá, y el portavoz socialista en el ente provincial, José Bernal, a cuenta de la reorganización de las comisiones informativas; una cuestión más administrativa que otra cosa, pero que ha tenido que ser modificada por el cambio de atribuciones del propio Cassá tras su salida de Ciudadanos.
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Apenas pasaban los primeros minutos del pleno –fue durante el primer punto del orden del día– cuando tanto Bernal como la portavoz de Adelante, Teresa Sánchez, afearon el equipo de gobierno y a Cassá la situación de éste, exigiendo que cumpla con una sentencia del Tribunal Supremo que determina que los cargos electos que están en el grupo de no adscritos no pueden ostentar mayor sueldo y responsabilidades que su estatus anterior a la salida del grupo político al que pertenecían. En el caso del socialista, éste fue un paso más allá y apeló directamente a que actúe como el exedil de Ciudadanos en Torremolinos, Nicolás de Miguel, que en estas últimas semanas ha dejado sus cargos en el ejecutivo local para poder cumplir con esta sentencia judicial.
A pesar de que Juan Cassá había evitado estas confrontaciones directas desde hace meses, esta vez el edil de la Casona del Parque decidió contestar –en un tono de enfado más que evidente– ante lo que consideró un «ultimátum» del PSOE. «Esto es una venganza» –señaló– para a continuación referirse a Bernal: «¿Hasta cuándo me van a estar castigando por no haber firmado una moción de censura contra el gobierno como querían ustedes?». Lejos de dejarlo ahí, el diputado no adscrito acusó a la oposición de preocuparse demasiado por él y no por los malagueños, que son los que le pagan el sueldo», recalcó el responsable político.
Según Cassá, estas críticas que lleva meses recibiendo de los partidos de la oposición –y también de Ciudadanos– se producen debido a que el PSOE no tiene argumentos porque cuando gobernaron en la Diputación su gestión fue un «desastre». El diputado insiste en que ahora no gana más dinero que antes, y argumentó que De Miguel no se fue porque lo pidiera el alcalde José Ortiz (PSOE), sino por otros motivos. «Me llaman tránsfuga por una moción del Ayuntamiento de Málaga que en la Diputación ni siquiera salió adelante. Es una cantinela de la que no voy a volver a hablar», avisó.
Tras estas palabras, Bernal usó el segundo turno de intervención para recalcar que su petición no era un ultimátum, sino que estaban planteando el cumplimiento de la legalidad. «Si no se responde desde la Diputación iremos a los tribunales», avanzó el portavoz, que de forma sarcástica dio a entender que las palabras de Cassá entran dentro de las fases del transfuguismo: negación, legitimación y ahora victimismo. «Ha venido usted preparado hoy, pero me alegro que reaccione. Recuerde que gobierna con gente que no quiere estar con usted», sentenció.
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