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Las frías estadísticas de la siniestralidad en las carreteras interurbanas de la provincia de Málaga durante el año 2022, que se han hecho públicas hoy, tienen múltiples lecturas. De entrada, no se puede ver en ningún caso con satisfacción un dato según el cuál 32 ... personas perdieron la vida en accidentes a lo largo de los últimos doce meses.
Aunque, al menos, la tendencia es descendente y no ascendente, por poco margen. Veamos las cifras: los 32 fallecidos del balance igualan a los que hubo en 2021, aunque es cierto que ese año el tráfico en las carreteras todavía era menor, a causa de la pandemia.
Además, con prácticamente la misma Intensidad Media Diaria (IMD) de coches que en 2019, han sido tres víctimas mortales menos (35 frente a 32). Además, hubo 16 heridos graves hospitalizados; y 21 leves, que no requirieron ingreso.
Al analizar las causas, el balance de la DGT alerta de que uno de cada tres fallecidos en las carreteras provinciales viajaban todavía sin el cinturón de seguridad, según los datos aportados por el subdelegado del Gobierno, Francisco Javier Salas. «Diez personas han perdido la vida sin esta protección, que es indispensable», advirtió.
En cuanto a los llamados «factores concurrentes» de los accidentes con víctimas mortales, las distracciones (especialmente las relacionadas con el uso del móvil), y la velocidad inadecuada estuvieron detrás del 55% y del 41% de los casos, respectivamente. «Ambos factores son causas directas» de los siniestros, donde «cualquier despiste o distracción puede ser fatal».
Y todo ello ocurre en un contexto en el que vuelve a aumentar la circulación: en la pasada campaña de Navidad se han producido un total de 772.335 movimientos de largo recorrido en los accesos a Málaga capital, lo que supone un aumento del 13% respecto a la del año anterior. Esta se saldó con un accidente mortal especialmente grave, el ocurrido en la carretera convencional A-357, a la altura del cruce de Casarabonela, con tres fallecidos el 25 de diciembre, y cuyas causas se siguen investigando.
«El móvil es el rey de las distracciones», advirtió la jefa provincial de Tráfico, Aída Vilaret, que reiteró la obligación de los conductores, pero también del entorno, para que se olviden de esta herramienta mientras se esté al volante. Este es el primer factor concurrente, y junto con la velocidad superan al consumo de alcohol y drogas como causa de accidentes.
Con todo, para relativizar, la máxima responsable de la DGT en Málaga puso de relieve que ha habido un aumento del 11% del tráfico, por lo que ya estamos a niveles prepandemia.
Otra clave es que la mayoría de los casos más graves ocurrieron en las vías convencionales (de un carril por sentido), esto es, 24 de los 32; mientras que sólo 8 en autovías y autopistas. De ahí la necesidad urgente de mejorar algunas carreteras con gran afluencia, especialmente el caso citado de la del Guadalhorce (A-357), en uno de cuyos tramos no desdoblados tuvo lugar uno de los siniestros más graves del año, con tres fallecidos. En esta última se han producido tres siniestros, sólo superada por la extensa A-7, con cuatro.
La buena noticia del balance es que el año pasado hubo menos víctimas mortales entre los llamados «usuarios vulnerables» (ciclistas, peatones y motociclistas), con 12 de los 32 casos. Mejoran sobre todo en el caso de las motos.
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