Las carreteras del interior de Málaga salen del olvido con una decena de grandes obras

Aunque aún le queda camino por delante. No en vano, la mayoría de estas infraestructuras se encuentran en su fase inicial con la realización de estudios informativos, anteproyectos y, en algunos casos, la necesaria actualización de proyectos ya existentes pero que quedaron desfasados por el retraso acumulado.

Pero no todo es papel. También hay obras en marcha, como la ampliación del acceso a Alhaurín de la Torre desde la A-7, asumida por el Ejecutivo autonómico tras la falta de respuesta del Gobierno central y que en unos meses pondrá fin a uno de los peores puntos de atascos de Málaga. Además, también se están ejecutando sendos trabajos de ensanchamiento y mejora de la seguridad vial en el tramo de la A-404 que comunica Alhaurín el Grande y Coín o del trazado urbano de la Marbella-Istán (A-7176) entre la antigua N-340 y la A-7. Así se encuentran los trámites en la decena de proyectos que Fomento tiene en cartera.

Son apenas 700 metros de carretera, pero los suficientes para aliviar uno de los principales puntos negros de congestión del tráfico de la provincia de Málaga. El desdoblamiento del ramal de conexión de la hiperronda (A-7) con Alhaurín de la Torre será una realidad en un par de meses, una vez terminen las obras que permitirán dotar a este enlace de dos carriles. La realidad es que así estaba previsto en el proyecto original de la segunda ronda, aunque la reprogramación que el Gobierno central acometió por la anterior crisis económica hizo que en el momento de la inauguración de la autovía en 2010 se quedara en un solo carril. Tras años de reivindicaciones por el colapso de un vial por el que circulan 25.000 vehículos cada día, la Junta asumió el proyecto contratando su ejecución por 1,24 millones procedentes de fondos europeos.Los trabajos, iniciados a mediados del pasado noviembre con una duración estimada de seis meses, consisten en ensanchar la calzada en el tramo comprendido entre la salida de la A-7 y la glorieta que enlaza con las carreteras A-404 (Churriana-Coín) y A-7052 (Churriana-Cártama). Además, se están creando nuevos ramales para también descongestionar esta rotonda, de forma que los vehículos que salgan de la A-7 y tomen la A-7052 en dirección Cártama se desvíen antes de llegar a la glorieta, lo mismo que ocurrirá con los procedentes de Churriana (A-704) que se e incorporen a la autovía. Sin abandonar esta zona, la Consejería de Fomento también tiene previsto licitar este año una actuación de mejora de la seguridad vial en un tramo de siete kilómetros de la carretera de Churriana a Estación de Cártama (A-7052) a la altura de la barriada de Santa Amalia (Alhaurín de la Torre).

El ensanche y mejora de la seguridad vial del trazado de la carretera A-404 que comunica Alhaurín el Grande y Coín es otra de las obras que Fomento tiene en marcha. Con una inversión de 3,1 millones de euros (cofinanciados al 80% con fondos Feder) y una duración de un año, la actuación abarca una longitud de cuatro kilómetros en dos tramos. El primero comprende desde la salida de la intersección con la carretera A-355 (en Venta Casa Pedro Lucena) hasta la glorieta situada al pasar el río Fahala (en Venta Los Chavos), mientras que el segundo engloba la intersección de la carretera A-404 con la mencionada A-355, que es el vial que conecta Marbella y Cártama.Los trabajos contemplan el ensanchamiento del vial, de forma que contarán con siete metros de anchura, además de 1,5 de arcén en ambos márgenes; una ampliación que posibilitará un incremento de los límites de velocidad en una de las principales vías de comunicación de Alhaurín el Grande. Además, está prevista la creación de tres rotondas en diferentes puntos que facilitarán la entrada y salida de vehículos.

El tramo de la carretera de Marbella a Istán (A-7176) se caracteriza por ser una zona de urbanizaciones plenamente integradas en el casco urbano, pero también por tratarse de una vía estrecha (no llega a los seis metros de anchura) y sin arcenes. Para corregir esta situación, la Consejería de Fomento tiene en marcha desde mediados de febrero la ampliación y remodelación integral de este trazado que enlaza la antigua N-340 con la A-7 con un coste de 4,2 millones de euros (cofinanciados al 40% por el Ayuntamiento de Marbella) y un plazo de ejecución de un año. Las obras consisten en la creación de sendos arcenes de 1,5 metros y acerados en ambos márgenes de 2,5 metros, así como la construcción de cuatro glorietas que regulen la circulación, obliguen a reducir la velocidad y mejoren la seguridad vial en los cruces existentes. Igualmente, el proyecto constructivo incluye obras de drenaje, la instalación de alumbrado público y, desde el punto de vista estético, la plantación de palmeras a lo largo del recorrido.

La creación de una autovía que conecte Ronda con Málaga capital y la comarca de Antequera es una de las grandes asignaturas pendientes que la Junta de Andalucía tiene en materia de carreteras en la provincia. Una histórica reivindicación que, al menos de momento, ha tenido respuesta con el encargo de un estudio informativo para habilitar una vía de alta capacidad de la conexión Ronda-Málaga-Campillos. Este primer contrato, por 200.000 euros, deberá definir la alternativa más favorable para concretar el trazado de este vial de dos carriles por sentido que servirá para vertebrar las comarcas interiores de la provincia, así como mejorar las comunicaciones con el área metropolitana de Málaga y con el resto de Andalucía a través de la A-384 (Arcos de la Frontera-Antequera), que a su vez entronca con la A-92.

La ampliación de la carretera autonómica A-397 (Ronda-San Pedro) es otra de las obras que la Consejería de Fomento ha rescatado del olvido. Aunque todavía le queda camino por delante, actualmente están en fase de redacción el anteproyecto y el proyecto de construcción del acondicionamiento de este vial de 48 kilómetros que comunica la Costa del Sol con la Serranía para dotarlo de varios tramos de carriles para vehículos lentos que faciliten el adelantamiento.Con esta actuación, que sustituye a la autovía que hace años llegó a contemplarse sin que jamás viera la luz, la propia Junta admite la necesidad de corregir las «deficiencias estructurales y funcionales que ocasionan una disminución de los niveles de servicio en la conexión de la Serranía con la Costa occidental». Además de ampliar la calzada, el estudio contratado en diciembre de 2021 por 140.000 euros y un plazo de 15 meses también debe analizar el acceso a propiedades colindantes y la mejora del firme existente.

La A-357 tiene una longitud de 70 kilómetros entre Málaga y Campillos. Sin embargo, únicamente 30 kilómetros pertenecen realmente a la autovía del Guadalhorce: los que van desde la capital hasta Casapalma, donde los dos carriles por sentido se quedan en uno justo antes de viaducto que salva el río Grande para seguir siendo una carretera convencional que tiene el dudoso título de ser la vía con mayor siniestralidad de la provincia. Ahí se puso fin a la conversión de la antigua carretera autonómica en una vía de alta capacidad que arrancó en 1993 con la entrada en servicio del trazado hasta el Parque Tecnológico, a la que en 2004 siguió la fase hasta Cártama y en 2007, hasta el punto final actual en Casapalma.

La continuación del desdoblamiento hasta el cruce de Zalea llegó a anunciarse en 2009 mediante la ejecución de dos tramos: Casapalma-Cerralba, de 4 kilómetros de longitud, y Cerralba-Zalea, de 3,5. El primero de ellos llegó a ser adjudicado por la Junta por casi 28 millones de euros, pero las obras jamás comenzaron. Ahora, 14 años después, la Consejería de Fomento pretende contratar este ejercicio la actualización de sendos proyectos para retomar de una vez por todas la ampliación de la autovía del Guadalhorce. En esta zona, también tiene previsto mejorar la seguridad vial en el acceso a Pizarra en un tramo de tres kilómetros (del 2 al 5) de la A-343.

El vial distribuidor metropolitano oeste fue concebido hace casi dos décadas para unir la hiperronda de Málaga (A-7) con los polígonos industriales y Alhaurín de la Torre, además de dar servicio al futuro acceso norte del aeropuerto (otro proyecto que el Gobierno central ha reactivado tras años en el dique seco) y a la autovía del Guadalhorce (A-357). De hecho, los trabajos para construir este trazado de 6,1 kilómetros que discurriría en paralelo a la A-7 llegaron a ser adjudicados en 2009 por 36,8 millones, aunque después de diez años en blanco la propia Junta de Andalucía aprobó la rescisión del contrato con la intención de actualizar el proyecto (también los precios) y tratar de acompasarlo con el del acceso norte al aeródromo que impulsa el Ministerio de Transportes. De hecho, ambas administraciones han mantenido conversaciones para coordinarse a la hora de diseñar y ejecutar ambas infraestructuras. Según aseguran en la Consejería de Fomento, la adaptación del proyecto del vial distribuidor oeste saldrá a concurso en los próximos meses.

El Puerto Seco de Antequera está llamado a convertirse en la gran plataforma logística del sur de Europa gracias a su situación geoestratégica en el centro de Andalucía y sus privilegiadas comunicaciones por carretera y, especialmente, por tren al enlazar directamente con los puertos de Algeciras y Málaga. En la Junta tienen claro el potencial de este futuro 'hub' y por eso tienen en la recámara dos grandes obras para mejorar sus conexiones. Por un lado, ha tomado las riendas del ramal ferroviario de 9 kilómetros que unirá estas instalaciones con la red estatal. Y por otro, impulsando el desdoblamiento de la carretera A-384 que enlaza los terrenos del área logística con la autovía A-92. Un proyecto que no es precisamente nuevo, ya que la Administración regional ya elaboró en 2008 un anteproyecto para duplicar 13 kilómetros de este vial desde la salida de la A-92 hasta la pedanía de Colonia de Santa Ana para mejorar la cobertura con la estación del AVE. Entonces, se valoró la obra en 103 millones. Ahora, Fomento tiene previsto sacar a concurso la redacción del proyecto constructivo, que será el que ponga negro sobre blanco el coste definitivo.

La ampliación de la autovía del Guadalhorce es la principal actuación que la Junta tiene pendiente en esta carretera, pero no la única. Mientras el desdoblamiento de la A-357 entre Casapalma y Zalea sigue pendiente de la redacción del proyecto, la obra que sí está a punto de salir a concurso es la construcción de dos carriles Bus-VAO (plataformas reservadas para autobuses y vehículos particulares con más de dos ocupantes) con los que la Administración autonómica pretende mejorar la circulación en los accesos a la capital y al Parque Tecnológico desde este vial. Para no perder los 7 millones de euros procedentes de fondos europeos, la Consejería de Fomento debe cumplir dos hitos: formalizar la contratación de los trabajos antes de que acabe este año y justificar la finalización de ambas actuaciones a 31 de diciembre de 2025, aunque la previsión es que puedan estar ejecutados a finales de 2024.

Actualmente, tiene en fase de redacción del proyecto la ampliación a tres carriles del tramo de 2,5 kilómetros de la autovía del Guadalhorce comprendido entre las intersecciones de la A-7054 (a la altura de Cortijo Jurado) y la A-7056 (la salida del PTA), que dará continuidad al ya ejecutado en el ramal de acceso a la tecnópolis que entró en servicio el pasado diciembre. La inversión estimada es de 3,5 millones, de los que 2,9 procederán de fondos europeos.

Más compleja, y también más costosa, será la actuación encaminada a mejorar los accesos a la capital desde la propia A-357. En este caso, la plataforma se habilitará sobre la mediana desde el enlace del campus de Teatinos y el Hospital Clínico hasta su intersección con la ronda oeste, permitiendo su integración dentro de la trama urbana por las avenidas de Blas Infante y de Andalucía. En este caso, tanto la redacción del proyecto como la ejecución de las obras se licitarán conjuntamente para ganar tiempo. El presupuesto para este tramo de 1,3 kilómetros es de 8,5 millones, prácticamente el doble de los 4,13 financiables con los Next Generation.