Activistas realizan una campaña de 'brandalismo' contra la cementera de Málaga

El término 'brandalismo' (acrónimo de las palabras 'brand', marca en inglés, y vandalismo) empezó a popularizarse hace una década en el Reino Unido para definir un movimiento que combate la publicidad en las calles con arte urbano. A esta táctica han recurrido una serie de activistas sociales para llevar a cabo una campaña contra la cementera de Málaga.

Ante esta situación la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) y el Ayuntamiento han pedido a la empresa especializada JCDecaux, que tiene concedida la publicidad en las marquesinas de la capital, que retiren estos carteles, al tiempo que han abierto una investigación, según fuentes consultadas. Mientras que desde la cementera, las fuentes manifestaron que desconocían la existencia de esta campaña y subrayaron que la fábrica desarrolla una actividad "plenamente legal".

Estos activistas han forzado una docena de marquesinas de las paradas de autobuses de la zona este de la capital malagueña para sustituir los paneles publicitarios donde bajo el eslogan 'La cementera nos envenena' se describen los riesgos para la salud de las personas que supone vivir en el entorno de estas plantas. Junto a ello han colocados otros donde se leía 'Las palabras se las llevas el viento. Justicia social y ambiental ya'. En estas publicidades no figura logotipo de ninguna organización.

La aparición de estas vallas ha coincidido con la celebración -en paralelo a la conclusión de la cumbre del clima en Glasgow- de un campamento de aprendizaje de técnicas de movilización civil en Málaga por parte de Greenpeace y Novact (Instituto Internacional por la Acción no Violenta), para transmitir que «ante la emergencia ecológica no se puede dejar pasar ni un día sin actuar, que ha culminado con varias acciones realizadas esta mañana diversos puntos de la capital», según han informado en una nota de prensa. Desde la Plataforma Andaluza Contra la Incineración de Residuos y por Aire Limpio se han sumado a la iniciativa señalando a la cementera de la Araña como una de las grandes responsables de emisiones de CO2 de la zona, añade el comunicado de Greenpeace.

El campamento, en el que han participado medio centenar de personas de toda Andalucía, ha durado tres días, en los que se han realizado formaciones teóricas y prácticas de herramientas para reclamar mayor justicia social y ambiental, como la acción directa no violenta, el derecho a la protesta, la comunicación social transformadora, el 'brandalismo' y la gestión del miedo y la ansiedad. Asimismo, estas organizaciones han organizado una concentración ante las puertas de la cementera.

La aparición de esta campaña se produce días después de que se conociera que compañía brasileña Votorantim Cimentos, una de las principales del sector, haya firmado un acuerdo con la alemana HeidelbergCement, que posee los activos de la sociedad Financiera y Minera, para adquirir la totalidad de sus negocios en Andalucía, lo que incluye la fábrica de cemento de La Araña en Málaga, con una capacidad de producción de 1,4 toneladas de cemento al año.

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