El calor en Málaga este verano aprieta pero no ahoga. Y es que las temperaturas en julio han estado por encima de lo normal, sí, pero también muy por debajo de las del año pasado, que fue el más caluroso de la historia. Esta es la conclusión a la luz de los datos aportados por el Centro Meteorológico de Aemet, y concuerda con la impresión de los malagueños: este julio ha sido, en general, «más fresquito» que los anteriores. Además, el terral se ha dejado notar, pero sólo en un episodio.
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Hasta el 29 de julio, la temperatura media ha sido de 26,8 grados, y cuando se computen los datos de las dos últimas jornadas (30 y 31) se espera que subirá a 26,9-27. Por tanto, serán en torno a 0,9 o un grado por encima de lo normal (26 grados), dentro del periodo de retorno que la Agencia utiliza actualmente como referencia, que va de 1981 a 2020. Esto se considera estadísticamente un mes «muy cálido», según explica Jesús Riesco, director del Centro Meteorológico de Málaga.
Por contra, el año pasado fue el más caluroso de la historia, con un promedio de 29,5 grados, esto es, 3,5 grados por encima de lo normal; y hasta 2,5 grados más que este último. De ahí la paradoja de que la sensación térmica de los malagueños sea la de haber pasado un mes de julio bastante más suave, a pesar de que realmente las temperaturas han sido claramente superiores a las que se producían décadas atrás.
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Entre las principales causas de este cambio, Riesco destaca el hecho de que se haya producido un solo episodio de terral fuerte, por encima de 40 grados, en todo el mes (el siguiente llegará hoy, 1 de agosto). A ello, se une la Dana que dejó unos chubascos muy poco habituales a finales de julio, así como cielos muy nubosos y temperaturas máximas incluso por debajo de los 30 grados.
«Málaga va en contra del resto de la península», observa el meteorólogo. «Ha habido una alternancia entre ponientes y levantes, vaguadas con masas de aire más frescas, y otras de aire cálido, procedente de África, que es lo que finalmente ha dejado temperaturas por encima de lo normal, especialmente en el interior de la provincia».
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Y concluye: «En general, ha sido un mes de julio más o menos típico para lo que se ve en los últimos años; pero sin contar el pasado (2023), que fue extraordinariamente cálido, porque hubo varios episodios de terral muy intensos». Además, se puede diferenciar entre la primera quincena, que fue normal, y la segunda, que ha sido bastante más tórrida.
Agosto se va a estrenar hoy con un nuevo episodio de terral intenso, especialmente el que está previsto el jueves, día 1. En el Valle del Guadalhorce las máximas van a estar rondando los 43 y hasta 44 grados en algunos puntos, por lo que Aemet ha activado avisos de nivel naranja. Lo peor se espera en Coín y Álora.
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Mientras, en la capital rondará los 40 grados a primera hora de la tarde, especialmente en el entorno del aeropuerto y Campanillas. Por diferente razón –puesto que a Antequera no le afecta al terral, sino por la presencia de una masa de aire muy caliente– la Vega también estará hoy en aviso naranja.
Mañana viernes aflojará un poco, lo que no quita para que el mercurio pique en los 38 a 39 grados (nivel amarillo). El escenario cambiará de nuevo cara al fin de semana: el viento rolará a levante y los termómetros caerán diez grados de un día para otro, hasta volver a situarse en el entorno de los 29-31 grados en amplias zonas de la provincia.
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