Calma expectante en Ciudadanos en Málaga

Ciudadanos sigue en proceso de convalecencia tras el fuerte batacazo electoral sufrido en las urnas el pasado 10 de noviembre y la inmediata dimisión de Albert Rivera como presidente de un partido del que era el alma mater. Los liberales españoles se preparan para celebrar los próximos 14 y 15 de marzo su asamblea nacional; un congreso clave no sólo porque de ahí saldrá el nuevo líder –a la espera de si finalmente alguien da el paso para disputarle la presidencia todo apunta a que será Inés Arrimadas– sino que también se definirá la hoja de ruta de la formación naranja, que, a día de hoy, es clave para la gobernabilidad en un importante número de instituciones como el caso de la Junta de Andalucía y, en Málaga, ayuntamientos como los de la capital o Mijas y la Diputación. En este contexto, Ciudadanos en la provincia está en una calma expectante sobre el devenir de los acontecimientos, lo que ha provocado un cierre de filas y que cualquier movimiento de pugna interna quede aparcado, de momento.

En las próximas semanas comenzará el proceso para la elección por votación del número de compromisarios malagueños que acudirán al cónclave nacional en Madrid. Los estatutos establecen que habrá un delegado por provincia más uno adicional por cada 100 afiliados. En el caso de Málaga, la formación no ha facilitado aún datos actualizados sobre el número e afiliados en la provincia; los últimos datos disponibles situaban la cifra en algo más de un millar. Respecto al sistema de votación para elegir a los compromisarios, la novedad es que, además del voto telemático se ofrecerá también la opción de votar en urna. Sin embargo, esto solo será posible en aquellas provincias donde lo solicite al menos el 5% de los afiliados y que además sean al menos 25, según aprobó el pasado diciembre la gestora que dirige el partido.

Una gestora de la que forma parte el malagueño Guillermo Díaz, como responsable de Comunicación. El también diputado en el Congreso se ha erigido en la cabeza visible de Ciudadanos en la provincia, donde sigue existiendo una dirección coral que dirige el partido, pero la fortaleza de Díaz y su núcleo más cercano es cada día mayor, según reconocen fuentes consultadas. De ese equipo forman parte Noelia Losada, portavoz en el Ayuntamiento de la capital y miembro del equipo de gobierno en la Casona del Parque, que se ha convertido en un valor en alza en los últimos meses; Javier Pareja de Vega, parlamentario andaluz; Alejandro Carballo, exedil en la capital y actual cargo de confianza; o Juan Carlos Maldonado, vicepresidente primero de la Diputación y recientemente elegido miembro de la dirección provincial.

Aunque oficialmente no se ha abierto el plazo para presentar las candidaturas a nivel nacional, el sentir mayoritario en la provincia es de respaldo a Inés Arrimadas, quien precisamente hoy, domingo, participa en Antequera en un acto con todos los consejeros de Ciudadanos en la Junta para conmemorar el primer año de Gobierno bipartito con el PP en Andalucía.

Una vez que se elija al nuevo líder nacional de Ciudadanos, el partido tiene importantes retos en Málaga. El primero es asentar sus actuales apoyos en una provincia donde ha venido teniendo buenos resultados en los últimos años y recuperar a esos votantes perdidos. El segundo de los objetivos deberá ser asentar la estructura provincial de dirección con un liderazgo fuerte y una organización que evite situaciones como la vivida esta semana en Alcaucín y que es un ejemplo de la debilidad que los liberales evidencian en determinados momentos a la hora de mantener la disciplina de partido.

En el municipio de la Axarquía, el giro inesperado de la concejala naranja Sara Matés pasándose al grupo de no adscritos el día antes de la votación de la moción de censura que ella misma había firmado previamente permitió a la socialista Ágata González seguir de alcaldesa y, de paso, generar malestar a nivel provincial con el PP, partido con el que había llegado a un acuerdo para desbancar al PSOE de la Alcaldía.