Aunque no lo parezca, en el mar también hay cacos. Eso lo saben bien los pescadores malagueños, y no porque sufran los ataques de los temidos piratas. Por regla general se habla casi siempre de los daños que causan los robos en el campo, ya sea de maquinaria, enseres agrícolas o de productos. Sin embargo, la pesca tampoco se libra de los amigos de lo ajeno. La situación no es nueva. De hecho, han sido varias las ocasiones en los últimos años que las cofradías de pescadores han solicitado medidas tanto por parte de la Inspección Pesquera como por la Guardia Civil del Mar con el fin de poner fin a las sustracciones.
Publicidad
En puertos pesqueros como el de Caleta de Vélez, que es el más capturas realiza de los cinco que existen en la provincia, se estima que los robos por parte de los furtivos en el mar ocasionan cada año a las embarcaciones más de 20.000 euros en daños y pérdidas.
«La reparación de un trasmallo puede suponer entre 3.000 y 4.000 euros», explica la patrona mayor de la Cofradía Pescadores y presidenta de la Federación de Cofradías de la provincia, María del Carmen Navas, que señala que muchas veces los robos ni se denuncian.
La mayor parte de las sustracciones y daños afectan sobre todo a las artes de trasmallo y a las embarcaciones que se dedican a la captura del pulpo y que utilizan para ello nasas y cántaros que se dejan calados en el fondo marino. La mayoría de los robos y daños se registran los fines de semana y puentes festivos.
Según Navas, los domingos el trasmallo suele calar sus artes para recoger los lunes. «Se calan de un día para otro, por lo que permanecen en el mar más de 24 horas, siendo entonces cuando los furtivos aprovechan para romper las redes y llevarse las capturas. Los barcos calan y se van a puerto hasta que van a recoger la red y las capturas. No pueden estar vigilando las 24 horas», señala la patrona mayor de Caleta de Vélez, que apunta que se conocen casos en los que se llevan incluso la red completa.
Publicidad
20.000 euros es el valor de los daños que ocasionan al año los robos y roturas de artes y nasas causados por los furtivos a embarcaciones de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez, el que más capturas realiza de toda la provincia, aunque en la mayoría de los casos no se suelen presentar denuncias.
«Con las nasas lo que sucede es que les sacan los pulpos, las dejan abiertas y sin carnada. A veces también las arrancan y las tiran o las rompen. Lo mismo lo hacen buzos, que botes ilegales e incluso embarcaciones recreativas y de ocio», apunta Navas.
La Consejería de Agricultura elabora todos los años Planes de Inspección y otras actuaciones específicas de vigilancia de la actividad acuícola, marisquera y pesquera en las aguas marítimas interiores, así como otras actuaciones derivadas de las competencias de la ordenación del sector pesquero que le corresponden. La finalidad de este Plan es la de planificar y coordinar el control e inspección del cumplimiento de las disposiciones de la Política Pesquera Común y la normativa sectorial vigente, así como la lucha contra la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, en particular en los ámbitos de la conservación y gestión de los recursos pesqueros, adaptación de la flota y control de la misma.
Publicidad
El sector se queja sin embargo de que los robos, a pesar de ser un problema que afecta a la flota de toda la provincia en mayor o menor medida, es algo a lo que no se le presta la suficiente atención por las administraciones que tienen competencia en este asunto.
«Cuando vamos a recoger las nasas y las vemos abiertas o cortadas nos sentimos impotentes. El precio del pulpo en lonja ronda los seis euros el kilo, por lo que cuando se llevan nuestras capturas nos quedamos sin cobrar ese día, y ello siempre que no las hayan roto, ya que entonces el daño es mayor», se lamenta un armador de la flota marisquera y artes menores de Caleta de Vélez, para quien el problema de los robos se acentuó sobre todo durante los años de la crisis. «Siempre han existido los furtivos, pero cuando las capturas tienen un mayor precio se incrementan», afirma.
Publicidad
La vigilancia en el mar corresponde, según Navas, a la Inspección Pesquera, que es un servicio dependiente de la Junta de Andalucía, y a la Guardia Civil del Mar.
Para la patrona mayor de Caleta de Vélez, las inspecciones no deben limitarse únicamente a las embarcaciones pesqueras. «Los pescadores estamos sometidos a controles e inspecciones constantes. Entendemos que estas deben extenderse también a los botes que carecen de documentación y a las embarcaciones deportivas y de ocio», señala.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.