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La trayectoria empresarial de Mayoral; la banda sonora que desde hace tres décadas pone la Orquesta Filarmónica; la humanidad del proyecto H-UNIDOS del Hospital Clínico; la labor de servicio público de los directores de centros escolares; la referencia tecnológica de ... Bernardo Quintero; el sabor artesanal de los productos de La Canasta; el mimo de Rafael Ángel Haro para proteger la Sierra de las Nieves; el trabajo científico de Ana Grande para luchar contra el coronavirus; la referencia del Rincón Fertilidad en el deporte femenino; y la literatura eterna de Pablo Aranda son emblemas de la Málaga más sobresaliente y ejemplar. Y por ello fueron reconocidos este viernes por la Junta con las Banderas de Andalucía que la Delegación del Gobierno andaluz en la provincia concede anualmente con motivo del 28-F.
En una edición marcada por el coronavirus, el acto oficial comenzó con un emocionado minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la pandemia. Una crisis sanitaria que obligó a cambiar el aula magna de la Facultad de Estudios Sociales por el patio del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana y a reducir el número de asistentes.
La delegada de la Junta en la provincia, Patricia Navarro, presidió la entrega acompañada de los consejeros de la Junta Elías Bendodo (Presidencia), Javier Imbroda (Educación y Deportes), Rocío Blanco (Empleo) y Jesús Aguirre (Salud y Familias), y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre. También acudieron el subdelegado del Gobierno en la provincia, Teófilo Ruiz Municio, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y la vicepresidenta primera del Parlamento autonómico, Esperanza Oña.
En la categoría de Economía y Empresas la galardonada fue la empresa La Canasta. Su propietario, Antonio Cárdenas, agradeció un galardón que supone un estímulo para seguir «en el camino de responsabilidad emprendido» y lo dedicó «con una mirada al cielo a todas las víctimas de la pandemia, a mis padres y mi hermano».
El Rincón Fertilidad de balonmano femenino recibió la Bandera en la categoría de Deportes. La jugadora Sole López habló en nombre de un equipo «que lleva el nombre de Málaga y de Andalucía con orgullo allá adonde vamos».
«Para mí constituye un orgullo recibir este galardón por cumplir con mi obligación que es trabajar con dedicación, alegría y buscando lo mejor para nuestro medio ambiente», afirmó Rafael Ángel Haro Ramos al recibir el premio al mérito medioambiental en reconocimiento a su labor en la Sierra de las Nieves.
Durante los momentos iniciales y virulentos de la irrupción de la pandemia, medio centenar de profesionales del Hospital Clínico pusieron en marcha el proyecto H-UNIDOS para poner en contacto a los enfermos con sus familias y aliviar así el aislamiento y la soledad. Un ejercicio de solidaridad y humanidad que fue copiado en otros centros sanitarios y países El enfermero José Manuel Velasco dijo que recibían este galardón con «un agradecimiento enorme, aunque antes recibimos el premio más valioso para nosotros, el de las familias y los pacientes».
En el campo de las Artes, la bandera fue para la Orquesta Filarmónica de Málaga por sus tres décadas de historia y fue recogida por su gerente, Juan Carlos Ramírez, quien dijo que es «un honor y una responsabilidad» ser abanderado de Andalucía.
En su Coruña natal Ana Grande Pérez soñaba con ser científica como su admirada Margarita Salas; un sueño cumplido que le permite investigar en la UMA, donde trabaja actualmente en el estudio de cómo se replica el coronavirus para poder diseñar nuevos fármacos. Grande Pérez defendió que esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la necesidad de «una mayor inversión en ciencia».
El premio a la solidaridad y concordia fue para las asociaciones de directores y directoras de centros escolares ADIAN y ASADIPRE, sus representantes Virginia Rodríguez y Sylvia Frey, elogiaron la labor de los docentes en los centros educativos y su «vocación de servicio público». Por su parte, el presidente de Mayoral, Rafael Domínguez de Gor, sostuvo que este es un premio «a la constancia y la fidelidad ha haber seguido haciendo moda infantil».
Bernardo Quintero, fundador de VirusTotal y artífice de que Google instale en la capital un Centro de Excelencia para la Ciberseguridad, recibió de manos de Bendodo el premio a la proyección por hacer de Málaga un referente tecnológico mundial. Quintero recibió como «un honor» este premio agradeciendo a las instituciones el apoyo que su empresa tuvo en estos años y dijo estar «muy ilusionado» con este centro para «aportar nuestro granito de arena al crecimiento de Málaga, una ciudad donde crece el talento y es punto para atraer talento».
Elías Bendodo defendió un andalucismo «moderno en el que cabemos todos», e hizo un llamamiento «para mantener más vivo que nunca el espíritu del 28F para superar entre todos las adversidades que cada día nos plantan cara».
Navarro elogió la labor de los galardonados:«Gracias por aportar tanto. Vuestro trabajo y vuestra inestimable ayuda ha sido fundamental para luchar contra el virus. Vuestro ejemplo es clave para recuperar lo nuestro. No os quepa la mejor duda».
El pasado verano un cáncer acabó con la vida de Pablo Aranda, el cronista de la épica cotidiana como tituló la crónica en este periódico Antonio Javier López. Este viernes, la Junta de Andalucía le concedió la Bandera de Andalucía de las Ciencias Sociales y las Letras a título póstumo. Un galardón que recogieron sus hijos: Manuel, Pepe y Lola. Fue esta última la encargada de hablar en nombre de su familia con un discurso emocionado y emocionante cargado de naturalidad y humanidad.
«Es un honor para nosotros recoger este premio en el nombre de mi padre. Mi padre seguro que está feliz, con su sonrisa que llevaba a todos lados, por recibir la Bandera de Andalucía de las Ciencias Sociales y de las Letras y nosotros que estamos aquí para verlo lo recordamos con orgullo», afirmó Lola, quien añadió que ese recuerdo es posible gracias a los libros infantiles, las novelas y los artículos en el diario SUR y el legado que dejó, pero sobre todo, «gracias a todo lo que aprendimos de él».
Lola Aranda definió a su padre como «un aventurero insaciable que recorría el mundo para siempre volver a su queridísima Málaga con la que siempre estuvo implicado» y recordó que dirigió el aula de cultura de SUR y la Fundación Manuel Alcántara y fue pregonero de la feria.
«Trabajó haciendo lo que más le gustaba: escribir. Si hay algo que no queremos olvidar hoy es su forma de vivir la vida con humor porque no necesitó seriedad para no abandonar sus valores y luchar por sus sueños. Papi voy a comerme tantos camperos como tú para llegar tan lejos», concluyó dejando en los presentes un nudo en la garganta.
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