Adiós a un gran puente con lleno en Málaga

«Esto ha sido como cuando veníamos antes de la pandemia». Esa es la opinión de Lucía, una mujer madrileña que este miércoles regresaba a casa en AVE con el resto de su familia. Como ella, miles de personas han tomado el camino de vuelta a sus casas. Por carretera, en tren o volando, pero todos con la sensación de que –aunque con algún matiz– este puente ha vuelto a llenar las calles de Málaga de una manera que no se veía desde que el Covid-19 llegara a las vidas de todos.

En estos días, las imágenes de las principales vías de la ciudad colapsadas por el tráfico se han entremezclado con otras del Centro Histórico a rebosar. Y no solo la calle Larios o Molina Lario por el asunto de las luces. Encontrar una mesa en una cafetería para merendar –o la esquina de una barra para cenar– han sido misiones imposibles, especialmente el sábado y el domingo, cuando la afluencia de gente fue sensiblemente mayor.

Esta sensación de ver la ciudad llena contrastaba además con hechos que hacían prever una situación menos halagüeña, como la aparición de la variante ómicron del Covid, el aumento de la tasa de incidencia e incluso el capítulo del brote masivo en el Hospital Regional. «Da mucha alegría ver una ciudad así, con la gente en la calle y disfrutando», insistía Lucía. «Nosotros teníamos ganas de volver».

Una de estas voces optimistas sobre el puente es la de Jorge González, director del Hotel AC Málaga Palacio. A pesar de afirmar que la situación aún está lejos de ser similar a antes de la pandemia, el balance es «bueno». «Tengo la sensación de que había algo de miedo para viajar, pero no para salir a la calle. Con este escenario de pocos turistas internacionales y la nueva variante, está claro que la valoración es positiva», sostiene el máximo responsable del hotel.

A su juicio, la alarma por el temporal también ha terminado por afectar al negocio hotelero, ya que buena parte de este turismo nacional ha decidido regresar antes. Por eso hemos visto dos días muy fuertes (sábado y domingo), y otros dos algo menos», matiza.

En cuanto a las imágenes de la ciudad llena de gente y las calles completamente atascadas de vehículos, González lo tiene claro. «No sé por qué nos echamos las manos a la cabeza. La gente está en modo Navidad y toca salir a comprar y a ver las luces. Lo mismo que en verano la gente se acumula en la playa, pero yo he visto mucha prudencia», insiste.

Este tono positivo lo comparte también Javier Frutos, el portavoz de los hosteleros en Málaga (Mahos). «En líneas generales el puente ha sido bueno, sobre todo por la presencia elevada de público nacional. Málaga es una ciudad muy atractiva, especialmente en Navidad. Por eso, y a pesar de que el turismo internacional está más tranquilo, para los negocios de hostelería que necesitamos algo de normalidad días como los de este puente nos vienen muy bien», admite.

El optimismo, eso sí, no es aplicable al conjunto interanual. De hecho, según Frutos las imágenes de la ciudad llena no han hecho que el puente se pueda comparar en cifras al de 2019. «En lo que llevamos de año estamos en torno a un 35 por ciento menos de facturación que hace dos años», se lamenta el hostelero, que recuerda que las empresas están sobreendeudadas, y que se va a tardar varios meses aún en recuperar una facturación normal. «Nos preocupa el primer trimestre de 2022, pero está claro que por suerte o por desgracia tenemos que convivir con el virus».

El aspecto del Aeropuerto de Málaga y de la estación María Zambrano confirmaban que buena parte de las personas que estaban en las calles de la ciudad eran de fuera, también en lo referente al ocio nocturno. Para el portavoz del sector, Juan Rambla, el balance también es positivo, aunque de nuevo separando la primera parte (sábado y domingo) de la segunda. «Ha sido un poco extraño, está claro que el domingo fue el mejor momento. El puente ha estado bien, lo que ocurre es que teníamos muchas expectativas que luego no se han cumplido del todo», reconoce. Rambla baraja que una de las razones de esta bajada en lunes y martes fuera precisamente esas imágenes de la ciudad llena. «Pero está claro que lo que necesitamos son días como estos: normalidad para nuestros negocios».

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