La pandemia y el cambio de rutas reducen a la mitad la llegada de pateras a Málaga

Las causas para este decrecimiento de la inmigración irregular trascienden a la propia pandemia. Durante las primeras embestidas del virus, la expansión del miedo que, también alcanzó al continente africano, frenó la salida de pateras desde Marruecos. «La pandemia supuso un freno al principio», explica la portavoz de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes en Málaga, Irene Quirante. Esta institución se encarga de ayudar a los inmigrantes que llegan a la provincia y ofrece apoyo jurídico a los inmigrantes que, desde que ponen pie en Málaga, se encuentran en situación irregular.

La pandemia no es el único motivo. Hay otro que, en los últimos meses, ha adquirido especial relevancia. Tiene que ver con un cambio en el uso de las rutas que llevan hasta suelo europeo. Según corrobora Quirante, el endurecimiento de los controles por parte de las autoridades marroquíes sobre la ruta por el mar de Alborán, que es la que lleva a Málaga, ha provocado que las mafias que tratan de introducir a los inmigrantes apuesten por la llamada ruta canaria.

La travesía por el Atlántico es ahora la más frecuentada por las pateras. También es la más peligrosa. El punto de partida es el Sahara Occidental. Las distancias que se recorren, muchas veces en quebradizos cayucos, superan los 500 kilómetros.

Si la salida de las pateras se realiza desde Senegal, la distancia aumenta hasta los 1.000 kilómetros. Un viaje que se convierte en una lotería. «En realidad, ahora mismo no hay otra ruta posible que no sea la canaria. La de Libia es más peligrosa todavía, la de Turquía está taponada y la del Mediterráneo, que era la que proporcionaba la llegada a Málaga, como ya hemos dicho, ha decrecido por el mencionado control de Marruecos», detalla Quirante. Luego añade que el cierre de la frontera entre Marruecos y España en Ceuta y Melilla también han contribuido a que la presión se traslade a Canarias.

En Málaga se ha reducido la migración irregular, de manera más notable aún, si se compara con las estadísticas que dejó el 2018. Entonces, llegaron 112 pateras según los datos del Gobierno, con un total de 5.636 inmigrantes a bordo. En 2017 arribaron a Málaga 2.320. Los actuales datos devuelven a la provincia a cifras parecidas a las registradas en 2016, cuando llegaron 774 inmigrantes de manera ilegal a las costas malagueñas.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Teófilo Ruiz, cree que está empezando a surtir efecto el trabajo de la Autoridad de Coordinación frente a la inmigración irregular en el Estrecho (ACIE). Fue creada en 2018, tras la masiva afluencia de inmigración ilegal que se registró ese año. El centro de coordinación del ACIE está en Málaga. «Este es el mecanismo fundamental, que integrado en el Ministerio del Interior, ha venido asumiendo el papel principal de coordinación activa de la Guardia Civil, Policía Nacional, Salvamento Marítimo y Cruz Roja, como ejes principales en cada llegada», resalta Ruiz.

En caso de que se produzcan nuevas llegadas, el subdelegado garantiza que el objetivo es «atender a los migrantes en las óptimas condiciones y con la máxima dignidad».