Las averías de Cercanías en horas punta en Málaga desatan la indignación de los viajeros

Ello provoca a su vez que en el siguiente convoy que pasa se agolpen los pasajeros que normalmente habrían viajado en dos (el fallido y el que sí circula), lo que lleva a que los vagones se llenen ya en las primeras paradas (en Fuengirola o en el Centro de Málaga) y muchos pasajeros de paradas intermedias se quedan en tierra, lo que les obliga a buscar otras alternativas o a esperar 20 minutos más para llegar hasta su destino.

En las últimas dos semanas, desde el 14 de septiembre, se han producido 12 cancelaciones en la C1, según los datos aportados por Francisco Moya, un usuario habitual que también es un observador permanente de los problemas de la línea de la Costa, que denuncia a través de las redes sociales, lo que le ha valido el sobrenombre de «azote de Renfe». Así ocurrió el 14 de septiembre, cuando los trenes hacia Fuengirola solo llegan hasta Benalmádena (dos salidas, una por sentido, afectadas); el 18 (dos trenes de la mañana); el 23 (dos trenes por la noche); el 25 (dos trenes matinales); el 26 (idem) y el 1 de octubre (dos convoyes de la tarde).

La indignación de los pasajeros va a más conforme se producen nuevas cancelaciones, la última de ellas el pasado fin de semana, que motivó incluso las quejas de la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid. «Una más, ni la última ni la primera pero sorprendentemente el PSOE en Málaga para esto no firma, vergüenza», escribió la regidora el domingo en su cuenta de Twitter.

Carlota de Miguel vive en Los Álamos y trabaja en el aeropuerto. En teoría, son sólo seis minutos de viaje, pero asegura que nunca se cumplen. «Si entro a las 8.00 de la mañana podría coger el tren que debería pasar a las 7.47, pero muchos días tarda bastante más porque ya viene con retraso, y hay días que además de pasar tarde es imposible montarme porque va lleno», denuncia.

Según explica, en hora punta realmente la frecuencia es peor de la prevista. «Hay solamente dos trenes en una hora, y si falla uno pues más retraso; es muy agobiante no poder entrar, hacen falta más frecuencias y más vagones porque siempre va petado», reclama.

En las redes aparece este otro texto, también en la misma línea: «Renfe Cercanías se salta el tren de las 16.50 que sale con el cartel de 'sin servicio' y aumenta a 40 minutos la espera, con la consiguiente preocupación de los pasajeros al aeropuerto y la gran masificación. Alarmante deterioro del Cercanías en Málaga».

Francisco Moya no sólo utiliza este medio de transporte a diario para ir y venir a su trabajo, en Málaga capital, desde su casa en Torremolinos. También es un observador permanente de la calidad del servicio. Según su experiencia, durante el mes de septiembre se han venido produciendo más anulaciones de trenes de las que son habituales. «Casi todas las semanas hay una o dos, y lo peor es que no avisan con tiempo, las notificaciones llegan a los móviles cuando ya has sufrido la cancelación». Y denuncia: «La gente se queda en los apeaderos sin información, y lo peor es que el siguiente tren llega con el doble de viajeros y muchos se quedan tirados en las estaciones porque no pueden entrar al no haber hueco, y entonces vienen los nervios porque llegan tarde al trabajo, o para coger un vuelo en el aeropuerto».

«A lo mejor para Renfe perder una circulación no es tanto, pero realmente son dos, la ida y la vuelta, más todas las paradas donde se queda gente tirada por la falta de capacidad», reflexiona. Entre sus propuestas, Moya plantea que al menos en las horas punta viaje un agente de seguridad, que ayude a organizar los flujos de pasajeros. «Hay gente que se amontona a lado de las puertas y no se distribuyen bien; además de los que van con patinetes, bicis y maletas, que las ponen en la entrada y bloquean el paso y nadie lo organiza».

En otro hilo de quejas de viajeros, el concejal de Con Málaga (IU-Podemos) en el Ayuntamiento de la capital, Nico Sguiglia, admite: «La situación del Cercanías necesita hace mucho de un plan de inversiones», pero añade: «Evitemos sesgos partidistas: todos los gobiernos en democracia son corresponsables del mal estado de nuestra red ferroviaria», y por eso pide «un gran pacto: todos unidos por Málaga y su movilidad».

Consultado sobre esta cuestión, un portavoz de Renfe confirmó los tres casos de cancelaciones de la semana pasada, que se habían producido por «incidencias técnicas» en los trenes, con el problema agravado de que dos de los casos habían tenido lugar en plena hora punta. Según estas fuentes, en tales situaciones no cabe otra opción más que esperar al siguiente tren, de ahí que la espera se eleve hasta los 40 minutos.

En cambio, consideran que estos últimos han sido casos puntuales y sin conexión entre sí, aunque sus efectos se ven ahora amplificados porque la línea tiene muchos más viajeros, debido a la medida de la gratuidad de los billetes. Pero descartan que haya ninguna incidencia recurrente en la C-1. El ratio de puntualidad histórica de este servicio está por encima del 95%.

Por otra parte, sobre la cifra de cancelaciones que se han producido en estas dos últimas semanas (12), desde la operadora pública contraponen que en ese periodo circularon nada menos que 2.268 trenes sin incidencias en la C-1. Esto es, se habrían suprimido sólo el 0,5% de los trenes previstos.